Ayer Premier Producciones dio la controversial noticia que Bad Bunny viene a Nicaragua en Febrero del próximo año. Inmediatamente las redes sociales se convirtieron en campo de batalla, con los que odian el reggaetón por un lado y los más viejos del otro.
Nosotros decidimos tomar una posición más científica. Porque como profesionales del legendario arte de «hablar mucho y no decir nada», nos parece importante aportar elementos imparciales de juicio al fenómeno socio cultural.
Empecemos con la cátedra
Según los científicos, el reggaeton viene de la misma raíz madre de la que viene el rap: el reggae jamaiquino. Con la diferencia que el rap nace en los parques de New York y el reggaeton nace en los barrios de Panamá City. Por ser en español, los puertorriqueños eventualmente lo adoptan y le dan su tratamiento, hasta convertirlo en lo que conocemos hoy en día como reggaetón.
Décadas han pasado y ha llegado la hora que un nuevo género musical le robe el trono al reggaetón, actualmente en la cima de la música urbana.
¿El contendiente hasta ahora? El Trap Latino.
De dónde viene el Trap Latino
Como dije, a diferencia del reggaetón (considerado una rama paralela al rap), el trap latino es una extensión del rap sureño con el mismo nombre. Así que de entrada podemos decir que es un género con menos originalidad. De hecho, escuchar una canción de trap latino, es prácticamente escucharlas todas, pues hasta el momento los estilos de interpretes y productores no ha madurado lo suficiente como para diferenciarlos a unos de otros. Todos parecen seguir una formula creada por Future y Drake hace 6 años de cómo debía sonar la música.
Lo bueno del Trap Latino
El sonido del Trap Latino no será original en Estados Unidos, pero en Latino américa (donde realmente importa) el Trap es un muy esperado respiro a más de 10 años de reggaetón continúo.
A estas alturas, el bendito dembow beat ha tenido más tiempo-aíre que la macarena. Ya era hora que la música urbana sonara diferente y la verdad, el trap es una excelente opción de cambio.
Lo malo del Trap Latino
Entonces ¿Cuál es el problema con el Trap? Pues, aunque no lo crean, las radios de música urbana no han sido parte del cambio. Los DJs prefieren lo viejo conocido y se niegan a tocar Trap Latino.
Eso en los años 90 hubiera sido el fin del nuevo género. Pero hoy, con la existencia de Youtube, Soundcloud, Spotify y un gran etc, no ser bienvenido en las radios no es más que un obstáculo menor.
Sin embargo, eso ha generado una situación complicada para las corporaciones que quieren hacer dinero con el Trap, pues los artistas tienen fama de no ser «para todo público» (no les hace falta, al no sonar en las radios pueden olvidarse de las restricciones del medio y ser tan XXX como quieran) y éste sigue siendo un tipo de música vendido principalmente a chavalos.
Los padres están en ese mismo barco. Los latinos, conservadores por naturaleza, no estaban preparados para escuchar a sus hijos de 14 años cantando:
Ahora tengo a otras que me lo hacen mejor
Si antes yo era un hijo ‘e puta, ahora soy peor
A pues sí, muerte al Trap Latino
Es fácil ver como menos al Trap Latino y en especial a sus artistas. El líder del género es un hombre con la contextura de un muchacho de 16 años que se hace llamar «conejito malo».
Además, su look es el mismo que lucen los ladrones que agarran robando en el barrio y que de castigo les chomporoquean el pelo antes que llegue la policía:
Nada más que este maje se ve así intencionalmente. Es más, estoy seguro que paga extra por eso.
En ese contexto, las letras de las canciones comienzan a verse aún más ridículas y despreciables. Pero no debemos olvidar que se trata de arte.
Sí, aunque a vos te resulte difícil aceptarlo, Bad Bunny es un artista que toca de forma muy especial a millones y millones de personas al rededor del mundo. Sus canciones han servido de escape a millones de jóvenes que no encontraban otra forma de expresarse. Tal vez vos y yo preferimos a Metallica o NWA, como voz de nuestra generación y los que oyeron los Beatles pensaron que esa música era basura.
Pero igual quemamos sus canciones y fuimos hubiéramos querido ir a sus conciertos. Pensá en eso cuando veas a una chatelita soñando con ver a Bad Bunny en concierto, cantando «los prefiero mayores».
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