Resumen oficial del discurso de Daniel Ortega (el de las trabajadoras del munda y la tos chifladora)

Resumen oficial del discurso de Daniel Ortega (el de las trabajadoras del munda y la tos chifladora)

Bienvenidos al resumen / análisis del segundo discurso de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega, en plena crisis mundial por el COVID-19. Nuevamente habló 2% sobre lo que nos interesa y el resto sobre el problema con los Estados Unidos y el capitalismo salvaje, las series que se está lanzando en la cuarentena y su historia familiar. Y lo hizo desde la sala de su casa (otra vez), con un público traído directamente desde Pochomil.

Pero no nos atrasemos, solo recuerden pasar dejando su respectiva propina en el botón amarillo de las donaciones o bien se acostumbran a comer con salivita (ahora con posible COVID).

Como la última vez, voy a dejar unos cuantos tweets que tiré paralelo con el discurso, tipo condimento. Tal vez así, la próxima vez te pones vivo y te vas a asomar en vivo a mi Twitter.

Recordando al Chaparro

La magistral obra de arte a la divagación que nos presentó hoy Masacrín, empieza con una oda muy sentida a Tomás Borge, el chaparro malcriado que tuvo más hijos que armas. Un gran mérito, tomando en cuenta que fue guerrillero de la GPP y que la fabrica le funcionaba al 50% de su capacidad.

Un hombre de multiples contradicciones. Supuestamente poeta, pero más famoso por hacerle la vida imposible a miles de nicaragüenses en los años 80, desde su posición en el tristemente celebre Ministerio del Interior. Mujeriego, según él (más que todo porque en esos tiempos no había #MeToo), y malo a «los negocios», porque despilfarró como 4 fortunas (que sepamos, faltan las que no sabemos).

Yo siempre lo recuerdo por sus palabras de resentimiento, cuando en Nicaragua se supo que Daniel Ortega era violador de menores de edad (empezando por su hijastra Zoiamerica). Él, muy agraviado, dijo que le resultaba ridículo que la opinión publica de pronto quisiera hundir a Daniel con algo que él le sacaba leguas de ventaja. O sea que su afrenta no era porque le dijeran violador a Masacrín, más bien, era porque no lo tomaban en cuenta a él, en su inmensa superioridad de macho depredador.

El día de los trabajadores

Al igual que el año pasado, Masacrín pasó hablando un gran rato de los que sí trabajan.

 

Él, que nunca ha trabajado, les desea suerte contra el capitalismo salvaje que anda buscando como correrlos poniendo de excusa al Coronavirus. Una vez más, Ortega hace alarde de su completa y absoluta ignorancia de cómo funciona la economía de un país.

Habló de los problemas por la revolución industrial en Europa y los problemas por la automatización en Estados Unidos. Habló de las reivindicaciones laborales de las mujeres, como son discriminadas incluso hoy en día por el capitalismo salvaje. Habló de varios hitos en las luchas laborales a lo largo de la historia.

Podemos decir que habló de todo (hasta de robots), menos de si su gobierno va a dar algún tipo de incentivo para apoyar a los trabajadores y empresarios, después de la crisis mundial por el Coronavirus.

Más adelante, al final del discurso se burló de los grandes empresarios que le andan pidiendo dinero (lo cual no es cierto), pero no dijo nada de los medianos, pequeños y micro-empresarios que están quebrando diario. Mucho menos de los trabajadores.

En resumen, estrategia de recuperación económica, NO HAY.

Primera mención del COVID-19: minuto 15

Hasta en el minuto 15, Daniel Ortega menciona al COVID-19. Y lo hace para criticar al capitalismo salvaje que anda buscando como despedir a sus trabajadores, echándole la culpa al tal virus.

Este daniel se extiende por un buen rato, citando incluso a la biblia varias veces (éxitos como la parte del camello y la aguja, o la parte de los fariseos, etc).

Concluye aclarando que en el mundo actualmente se está librando una gran batalla. Entre «los tiranos» (alias el capitalismo salvaje)  y «los pueblos» (vos sabes, Cuba, Venezuela, el Reino Batracio). Masacrín dice que los tiranos aprovechan la pandemia para ejercer mayor control a través de las sanciones contra «los pueblos». En automático declama su acostumbrado daniel sobre el bloqueo en Cuba y se detiene justo a tiempo, antes de revelar quiénes son «los otros de mayor peso» que está atacando Estados Unidos.

Termina con este monumento al pensamiento crítico:

Daniel Ortega descubrió la Televisión

Solo hay una manera de explicar su repentina experticia sobre el mundo del narco-tráfico en las calles de Estados Unidos. En la cuarentena, aprendió a usar la televisión. El maje, convencido que a como sucede en Miami Vice (de los 70), así sucede en la vida real, se puso a criticar que en vez de mandar barcos de guerra a Venezuela y poner recompensas por el Narco-Maduro, Estados Unidos debería buscar como poner fin a las aventuras de los policías esos que en cada episodio violan la ley para atrapar al malo, que nunca atrapan por cierto. Seguro no ha llegado al final de la temporada.

El día que vea Breaking Bad el discurso va a ser sobre la decadencia extrema en la que ha caído el sistema educativo de Estados Unidos.

La basurita en el ojo del vecino

Luego vino la ya acostumbrada crítica al sistema de salud de Estados Unidos. Ya saben, que no hay camas, ni respiraderos respiradores, ni doctores, ni nada.

Conteniendo la risa, narra todas las desgracias que han pasado en Estados Unidos por culpa de ser como son (los llama bárbaros) y plan-broder les da un consejo para que cambien lo antes posible …

Porque si no, va a haber un cambio en Estados Unidos, así que reflexionen, les dice.

La letra tamaño 32 es muy pequeña

Luego se puso a leer una carta para nada absurda, que firmaron unos «intelectuales» de gran prestigio en las esferas anti-imperialistas de los pueblos hermanos. Algo me dice que por un plato de comida, esos majes te escriben 3 tomos completos, justificando la exitosa estrategia económica que lleva Maduro en Venezuela.

Lo más llamativo de este segmento del discurso es que Masacrín necesita subirle el tamaño de la letra a 38, porque a 32 ya no distingue.

La Tos Chifladora vs COVID-19

A lo largo de todo el discurso fue notoria la intención de Daniel Ortega por minimizar los efectos del COVID-19. Empezó diciendo que sus dos hermanos mayores se murieron de Tos Chifladora, luego mencionó a la H1N1, más tarde a la Polio, al Cáncer, a los problemas renales, la diabetes, los suicidios, los accidente de tránsito, los infartos. Dijo que de 2829 fallecidos, solo 4 eran de COVID-19, así que deberíamos de bajarle una rayita al escándalo. Obviamente, el bachiller Ortega tiene más autoridad en este tema, que toda la comunidad científica del mundo, que sí considera al Coronavirus la crisis de salud más importante de los últimos 100 años. Como diría un maje de UNEN, «qué saben todos esos miles de nerdos, yo le creo al comandante».

El largo (y aburrido) informe del MINSA que leyó Masacrín por casi media hora, donde lee un montón de cifras que no significan nada (especialmente esa de las 10325 libras de cloro que han repartido), no es más que un burdo intento por confundir la realidad.

En otras palabras, estrategia para prevenir, contener o combatir el COVID-19 en Nicaragua, NO HAY.

Hey, pero no se preocupen, que si se mueren 35 mil en Nicaragua (estimados reales), aquí somos buenos a parir ..

Todo lo demás

Masacrín terminó su discurso recordándonos que el amor al prójimo es su mensaje del día. Así, totalmente random, como cuando los bots que hacen spam en twitter usan el hashtag que está trending. No tiene nada que ver con nada, pero se oye bien.

Algo que resultó evidente desde el inicio del discurso es que Daniel Ortega no entiende el concepto de los trabajos esenciales. Vos sabes, los que no pueden ir a guardarse a sus casas, incluso en medio de los confinamientos masivos. Los médicos, enfermeros, bomberos, policías, trabajadores de supermercados, farmacias, en fin, los que no dejan de trabajar. Varias veces Masacrín dijo que si Nicaragua hiciera caso a las recomendaciones del confinamiento, todo mundo se moriría porque los doctores no salvarían a nadie. Las embarazadas, chicle, porque los doctores en sus casas. Los hipertensos, chicle, porque los médicos estarían guardados.

En fin, el maje está tan seguro de la certeza de su argumento, que no le da pena decirlo una, y otra, y otra vez, en cadena nacional, porque no se imagina que está quedando a nivel de dirigente de UNEN.

Así que en resumen: estrategia contra la crisis de salud, no hay. Estrategia contra la crisis económica, tampoco. Gringos odiosos pleitistos, no sean así, quitennos las sanciones.