Este 19 de julio será recordado como la vez que Masacrín le pegó un banderazo en la cara al Joker por arrimado, y don Covid solo lo quedó viendo.
Ese es el resumen del resumen oficial de Bacanalnica sobre el 19 de julio 2021. Te lo dejo de primero, porque entiendo cuando la gente no es desocupada y no tiene CINCO HORAS para perder el tiempo.
Así que ya con eso te podes ir tranquilo, porque tenes todo lo necesario para aparentar ser un maje informado en el comedor de tu trabajo. Ahora, si vos queres de verdad conocer la historia completa, tenes que seguir leyendo.
Hay o no hay acto del 19 de julio
El Reino Batracio pasó toda la semana pasada capeando el bulto sobre el acto que normalmente hacen los sandinistas en la Plaza de la Fe. Según ellos la disimulan hablando en consignas y hashtags, pero todos en Nicaragua sabemos que se resume en una cosa: si Daniel «El Masacrador de niños» Ortega está apto para salir del sarcofago ese día.
El 19 de julio, finalmente, avisaron a todos los canales y radios del país, que se tenían que pegar al Canal 4 o al Canal 6 para transmitir la fiesta familiar de los Ortega Murillo.
Las 4PM de los sandinistas es las 7PM normal
La circular del Reino Batracio decía que a las 4:00PM era el acto del 19 de julio. Es decir, todo los canales de televisión, todos los canales de cable y todas las radios del país, tenían que a esa hora interrumpir programación para presentar el acto de los sandinistas. Obligados, ahora más, por la nueva ley que habla de multas y hasta suspensión de licencias si no lo hacen:
Nosotros muy obedientes, a las 4 y piquito iniciamos una transmisión en vivo en Twitter Spaces, para comentar en tiempo real (y sin censura) lo que veíamos en los canales batracios. De eso no queda registro (no se graba nada) así que si no estuvieron ahí, salados.
Pasamos viendo los mismos 5 videos de propaganda sandinista por varias horas. No sé cuantas horas después, pero se sintieron como seis por fin empezó el verdadero acto.
Quiénes no llegaron
No llegó Batman, pero llegó el Joker. No llegó ningún presidente, ni ningún canciller de algún país importante. De hecho, el único invitado extranjero, fue don Covid, un señor de Abjaxia que pasó haciendo mala cara la mitad del tiempo.
Esa que ven atrás, extasiada, es la Xiomara disfrazada de revolucionaria (ergo la ausencia de pestañas postizas). Si le ven alguna ojera, es porque pasó la noche anterior en compañía de Carlos Fonseca, pues según ella, se le llegó a meter al cuarto.
Parece que no le explicaron las concuñas que en esa casa desde los 80, las mujeres y especialmente las niñas duermen con las puertas enllavadas, porque chiva el Comandante.
Del Reino Batracio sí llegó toda la plana mayor. De hecho, una mitad de todo el acto fue presentarlos uno por uno. Tres veces. Es decir, que de las 8 horas, cuatro se fueron en presentación de batracio 1, batracio 2, batracio 3 … y así.
A falta de los hermanos Mejía Godoy
La otra mitad del acto se fue en un concierto, donde desfilaron como 100 artistas desconocidos. Bueno no, estoy exagerando. En la comentadera que teníamos en Twitter, si reconocimos como a cinco. O sea, que de más o menos cien «cantantes», 5 eran «esa cara me suena».
Después (o antes, vale sorbete) vino la parte donde Masacrín le pegó unos cuantos banderazos en la cara al Joker, suponemos que porque ya no le aguanta el arrimamiento intenso…
No pareciera, pero esas banderas duelen. El pobre Joker quedo dundo de los azotes, al punto que cuando quiso salir corriendo, se cayó:
Don Covid tal vez tuvo la intención de ayudar a la pobre Vieja Arrimada, pero cuando vio que el marido, ni sus empleados, no hicieron ni la mueca, pues asumió que ese es el trato que ella recibe.
La carnita del nacatamal
Lo más importante del discurso de Daniel Ortega fue la promesa de aumentar un 5% a los salarios, a partir de agosto. Fue medio espeluznante que cuando lo mencionó, se refirió específicamente a los militares que tanto ama, por hacer posible su permanencia en el poder.
Por supuesto, Masacrín habló mal de los Yankees y de la burguesía vendepatria. El maje más rico de Nicaragua (le cascó más de 4 mil millones de petro-dólares a sugardaddy Chávez), que nunca ha trabajado y que nunca ha pagado impuestos, le dijo miserables a los empresarios.
Habló de como unas señoras lisiadas de guerra, que ahora son magistradas sus empleadas, fueron victimas de los terroristas mercenarios yankis en los 80. Aquellos terroristas mercenarios que no existieron, pues en realidad se trataba de la resistencia, un ejercito irregular compuesto en su mayoría por campesinos nicaragüenses (algunos de ellos ahora aliados del FSLN).
Masacrín destrozó de nuevo un poema de Rubén Darío, le sacó en cara a sus batracios que les ha regalado miles y miles de casas a través de la Procuraduría de la República y al final nos volvió a recordar que está muy bien armado y que sicarios le sobran para mantenerse en el poder. O sea, un discurso normal, sin mucha novedad.
Si tuviera que escoger un momento especial de todas las 5 horas que pasé pegado a la pantalla (gracias a los 4 lectores de Twitter que nos acompañaron), sería la parte donde Masacrín dijo que Avellán es un maje contenido porque no salió a masacrar a los masayas (o como los llama Daniel Ortega, los «terroristas»). Ah, pero eso sí, cuando por fin él, Daniel Ortega, le dio la orden de masacrar, Avellán de «un plumazo» los derrotó.
Algún día sabremos cuántos terroristas (masayas) fueron derrotados de un plumazo (asesinados a balazos) y podremos enjuiciar a los héroes de la revolución (asesinos batracios).
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