En Nicaragua pasan cosas que no se ven en ninguna otra parte del mundo.
Los boxeadores-vueltos-alcaldes se suicidan, candidatos presidenciales populares fallecen de infartos antes de las elecciones, la esposa del presidente se vuelve vicepresidenta, los revolucionarios se convierten en dictadores y los paramilitares piden paz con plomo. Es Orwelliano, pero no es de balde que Daniel Ortega invirtió en medios de comunicación.
Todo suceso puede ser manipulado para crear oportunidades políticas y los voceros del Reino Batracio siempre encuentran maneras creativas de distorsionar cualquier noticia con el fin de mantener el control absoluto de la narrativa dentro y fuera del país.
El último blanco de los majes en Telcor es la Ley RENACER. Se me hace que tienen que ganar puntos con la Vieja Arrimada porque está que se arranca los pelos.
No porque Joe Biden firmó la ley, sino por la pasión con la que Miko Mandante se desquitó con ella en un resbalón freudiano que dejó a todos atónitos. El lenguaje bélico de Masacrín al referirse a los presos políticos fue impresionante, pero no tanto como la ferocidad con la que le dijo «perra» a la compañera, en frente de toda Nicaragua.
Es evidente que hay tensión en el Carmen. No es como que Daniel quisiera vivir con la pobre vieja, pero esos son los sacrificios que uno hace por la revolución.
¿Qué andan diciendo ahora?
La última loquera es que RENACER afecta a ciudadanos ordinarios directamente con sanciones porque el texto incluye a «los miembros del Frente Sandinista y SUS FAMILIARES» (énfasis agregado por propagandistas batracios). Es decir, según los sapitos del estanque, Estados Unidos sancionará directamente a cientos de miles de nicaragüenses solo por el hecho de ser sandinistas.
Esto es rotundamente falso.
Tal vez no esperan que su audiencia lea la ley, pero ahí dice claramente que tipo de personas serán sancionadas:
(i) Funcionarios del gobierno del presidente Daniel Ortega.
(ii) Familiares del presidente Daniel Ortega.
(iii) Altos miembros de la Policía Nacional de Nicaragua.
(iv) Altos miembros de las Fuerzas Armadas de Nicaragua.
(v) Miembros del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua.
(vi) Funcionarios del Banco Central de Nicaragua.
(vii) Partidarios y funcionarios electos del Frente Sandinista de Liberación Nacional y sus familiares.
(viii) Personas o entidades afiliadas a negocios que realicen transacciones financieras corruptas con funcionarios del gobierno del presidente Daniel Ortega, su partido o su familia.
(ix) Personas identificadas en el informe requerido por la sección 8 como involucradas en hechos significativos de corrupción pública en Nicaragua.
Texto de Ley RENACER
El inciso (vii) menciona a partidarios del Frente Sandinista, pero lo que no dicen los parlanchines batracios es que:
personas extranjeras involucradas en obstruir directa o indirectamente el establecimiento de las condiciones necesarias para la realización de elecciones libres, justas y transparentes en Nicaragua están sujetas a sanciones en virtud del artículo 5 de la Ley de Condicionalidad de Inversiones de Nicaragua de 2018
Texto de Ley RENACER
¿Qué tipo de criatura tenés que ser para ganarte sanciones según el artículo 5 del NICA Act?
Ser responsable o cómplice o responsable de ordenar, controlar o dirigir de otra manera, o haber participado a sabiendas en
1. actos significativos de violencia o conducta que constituyen abusos o violaciones graves de los derechos humanos contra las personas asociados a las protestas en Nicaragua que comenzaron en abril 18, 2018.
2. Acciones o políticas significativas que socavan procesos o instituciones democráticas.
Texto de Ley NICA ACT
3. Actos de corrupción significativos por parte o en nombre del Gobierno de Nicaragua o un funcionario actual o anterior del Gobierno de Nicaragua, que incluye:
(A) la expropiación de bienes públicos o privados para beneficio personal o con fines políticos;
(B) corrupción relacionada con contratos gubernamentales;
(C) soborno; o
(D) la facilitación o transferencia del producto de corrupción.
4. El arresto o procesamiento de una persona, incluido un individuo o medio de comunicación que difunde información al público, principalmente por el ejercicio legítimo por parte de tales personas de la libertad de expresión, reunión o prensa.
En resumen, si no andas robando, participando en corrupción o asesinando, esto no te afecta del todo. RENACER no toca a nicaragüenses normales, ni siquiera a los que votaron o bailaron por la farsa electoral. Es más, le pudiste haber dado un abrazo (o un pico, uy) a Daniel Ortega y aun así no te caerían sanciones.
El punto de las sanciones es darle un golpe directo a dirigentes del gobierno que han participado en la represión política, no al Estado. Nicaragua como país no ha hecho nada malo, el problema es Masacrín. Por eso seguimos celebrando las sanciones.
El tío Juan Carlos también profundizó en esta tema, vale la pena leer su explicación.
¿Quiénes se van en el saco?
Pues, diputados, alcaldes, jueces y magistrados batracios que, bajo órdenes del poder Ejecutivo, mueven los poderes municipales, legislativos y judiciales para proteger y legitimar a Daniel Ortega. Policías, militares, organizadores de turbas y dirigentes de fuerzas de choque también se van en el saco. Aquí podés ver la lista más reciente de los premiados.
Lo único que verdaderamente afectaría a todos los nicaragüenses sería la expulsión de Nicaragua del CAFTA, y en lo personal, no me gustaría que eso suceda.
La ley de ciberdelitos es un chiste
En octubre del 2020, el régimen creo la Ley Especial de Ciberdelitos para encarcelar a personas críticas al gobierno con penas de cárcel absurdas (pueden leer la nota del tío Bacanalnica «La interpretación completa de la nueva ley contra los Ciberdelitos en Nicaragua y análisis gratis» para más detalles). Aunque todavía no la han usado mucho, la ley es extremadamente vaga. Ojo por ejemplo a lo que dice el artículo 30, titulado Propagación de Noticias Falsas a Través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación:
Quien, usando las Tecnologías de la Información y la Comunicación, publique o difunda información falsa y/o tergiversada, que produzca alarma, temor, zozobra en la población, o a un grupo o sector de ella a una persona o a su familia, se impondrá la pena de dos a cuatro años de prisión y trescientos a quinientos días multa.
Si la publicación o difusión de la información falsa y/o tergiversada, perjudica el honor, prestigio o reputación de una persona o a su familia, se le impondrá una pena de uno a tres años de prisión y ciento cincuenta a trecientos cincuenta días multa.
Si la publicación o difusión de la información falsa y/o tergiversada, incita al odio y a la violencia, pone en peligro la estabilidad económica, el orden público, la salud pública o la seguridad soberana, se le impondrá pena de tres a cinco años de prisión y quinientos a ochocientos días multa.
Básicamente, cualquier texto que contenga información errónea o incorrecta puede ser usado para que te cite la Fiscalia, y mientras más se ofenda una persona, más años te meten. La ley es tan vaga que me podrían echar preso por equivocarme con la fecha de muerte de Carlos Fonseca si esto le provocó angustia a tan solo una persona, y la pena mínima es un año. Para rematar, la ley no se aplica justamente.
Si voy a la Fiscalía hoy y les explico que hay gente que está publicando información tergiversada con respecto a RENACER y les digo que esto me produce alarma, temor y zozobra, ¿cómo responderían?
Les valdría sorbete.
Por ende, una ley que se aplica a un grupo de personas y no a otro es una ley injusta y debería ser objeto de burla. Si yo quiero decirle al mundo que Gustavo Porras la tiene pequeña (la mente) y que a Wilfredo Navarro no se le para (el Rolex), ¿qué me van a hacer?
Buena suerte, batracios.
Leave a Comment