A una amiga exiliada, ella sabe quién es
Quizás es momento de seguir ofreciendo el corazón, pero pongámosle un poquito de mente al asunto.
También aposté a que el 13 de mayo amanecíamos con una alianza PRD-CxL-CN y todos los partidos y organizaciones que aglutinan. Era lo mejor que podía desear en ese momento, pero, como ustedes, yo sabía que era bien difícil. El sistema de partidos políticos en Nicaragua está totalmente cooptado por élites de todo tipo, en un país donde la inmensa mayoría, ¡pero la inmensa!, no pertenecemos a ninguna élite … lo más cerca que tengo de pertenecer a una élite es el Bacanalnica.com VIP (4 lectores). Para que vean lo mal que ando.
Y cooptado significa que solo deciden los que están dentro de esas élites, y a quien dejen entrar ahí es para tocar marimba al ritmo que ya está definido. Y hay más: la verdad es que hay una sola marimba y una pareja de marimberos con un bolillo cada uno, aunque a veces parece que los dos bolillos están en las manos anilladas más famosas de Nicaragua.
Es decir, los partidos políticos que existen legalmente en Nicaragua, o son zancudos y punto, o sobreviven porque de alguna manera le limpian los bolillos a los marimberos que se creen únicos y eternos. No creo que haya realmente un partido real y totalmente opuesto a esta gente … “ceporele” y “peerrede”, ahí te hablan … al “peelece” ni le aviso.
Y para ponerle la cereza al pastel, la pareja marimbera del terror es más factor de unidad entre la oposición que los deseos de cambiar de verdad este paisito entre la oposición. Es como si un matrimonio decidiera seguir juntos porque ambos odian a sus vecinos y no porque ellos gusten uno del otro.
Por tanto, estoy claro que las esperanzas de que mayo nos trajera la siembra y el renacer de la unidad era como pedirle al diablo que le baje un poco la temperatura al infierno. Pero siempre hay que intentar que nos alivien un poco el infierno; si dejamos de luchar, es mejor morirse … y ese favor no se le debemos de hacer a esta gente.
Así que no tenemos unidad, pero en agosto habrá candidaturas a la presidencia y hay que ver que se puede hacer. Aquí hay algunas ideas con las que concuerdo, pero me atreveré a proponer algo más concreto.
Si eres de los puristas y que crees que solo vale la pena pensar en alguien que haga el milagro de ganar las elecciones y hacer de Nicaragua el país de tus sueños en solo cinco años, mejor ni sigas leyendo porque esto no va por ahí.
Tenemos el poder de la ciudadanía digital
Cuando el “vamos con todo” hizo que el descontento social masivo se metiera a sus casas, o que migrara y que costara la vida a cientos de personas, la ciudadanía digital ha sido la principal vía para seguir canalizando los deseos de una Nicaragua distinta. Desde ahí podemos hacer algo después de conocer quiénes serán los candidatos que van a disputarle el poder a esta gente.
Nunca el mundo ha estado más conectado que en los momentos actuales. A la relación presencial se ha añadido la virtual y en tiempo real, por lo que es posible ejercer derechos ciudadanos desde ese espacio también, sobre todo en contextos como el que nos ocupa.
Puede ser que Nicaragua no tenga la cobertura digital de otros países, pero aun así la capacidad de penetración de las nuevas tecnologías, sobre todo usando celulares, ha avanzado muchísimo, y esto incluye que mucha más gente tiene teléfonos inteligentes y accede, aunque sea eventualmente a la Internet en general, o a redes sociales específicas, o simplemente a mensajería SMS. Hay que usar eso de manera más consciente y creativa de lo que ya lo estamos haciendo.
¿No hay unidad real con los partidos políticos menos zancudos? Pues unámonos la ciudadanía desde el entorno virtual y que nos lideren quienes están del lado de la causa y tienen cuentas de Twitter con gran cantidad de seguidores, o son dueños de sitios como Bacanalnica, o de periódicos digitales como Confidencial, o desde el exilio han creado cosas como Sos Nicaragua France.
Unamos todos esos esfuerzos, somos el 70% dicen por ahí, elijamos aquellas candidaturas que a fin de cuentas queden y organicemos una votación online, quien resulte ganador será beneficiario de una campaña política incondicional de nuestra parte, la que tiene que ser bien diseñada y pensada, y por dinero no se preocupen, simplemente no hay. “… Es Nicaragua, no es cualquier basura. Somos nicaragüenses. Somos uno solo. Contra eso no podrán nunca jamás”, nos repite Alvarito Conrado.
Sería un cambio de paradigma enorme, no es una candidatura buscando votantes, somos los votantes diciendo que esa es la opción y vamos por ella. El objetivo es ganarle a los marimberos del terror, porque ya sabemos que tienen solo una gran ventaja: representan, con mucho, lo peor a lo que podemos aspirar. Ya acá se ha dicho, pero lo repito: Maradiaga, o Cristiana, o Arturo Cruz, o Miguel Mora, o Juan Sebastián, o UHDPQNQDSNPQNLD, etc. vs Daniel, ¿por quién votarían?
Si ya sé, está aquello de “¿por qué hay que conformarse con cualquier cosa si podemos aspirar algo mejor y unidos?”. Es hora de que lo aceptemos: “lo mejor”, “la candidatura ideal”, “el nuevo mesías”, NO EXISTEN, ni con unidad, ni sin unidad; ni el mismo Jesús 2.0 mejorado, ampliado y reseteado cumpliría con las expectativas de todo el mundo. Hay que escoger entre lo que habrá y no entre lo que debería haber sido, y a partir de ahí ver como se construye la Nicaragua de los nietos de la chavalada que inició con todo esto.
Por tanto, propongo elección online entre las candidaturas que queden (menos Daniel, lo siento Bachi, ando en modo excluyente como vos), elegida esa persona vamos con todo de manera digital, si esa candidatura se nos une, pues muy bien, pero no tenemos ni que pedirle permiso para apoyarle. Otra cosa va a ser cuando gane, ahí tenemos que retomar la ciudadanía presencial y no abandonar la digital nunca, y empezar a echar las bases de la Nicaragua que ya sabemos.
Yo no veo otra cosa, quizás Uds. si la ven, pues den ideas mejores, yo apoyo la que sea, pero sigo pensando que “¿quién dijo que todo está perdido?”, yo vengo a ofrecer mi neurona … el corazoncito me lo rompieron entre la Kitty y el Saturnino.
Una campaña como la que se hizo por el «No» más Pinochet. No más ORMU. Nicaragua, la alegría ya viene.
No una copia, una analogía