Dicen que todos los días nace un iluso. Ahorita ya deben haber varios creyendo que cuando caiga la dictadura, van a salvar al sandinismo de los traumas infligidos en Nicaragua por la dictadura Ortega-Murillo. Para causas perdidas, mejor escojan ordenar el Mercado Oriental, o ponerle nombre a las calles de Managua, para que no sigamos dando direcciones con referencias previas al terremoto del ’72. «De donde fue la Pepsi, 2 cuadras al lago…». ¿Vos crees que lo milennials saben donde fue la Pepsi? Yo no sé, y ya pronto califico como adulto mayor.
No solo los nicas que encontraron en Sandino a su norte caen en un pantano ético, producido por las masacres de Masacrín. Los crímenes de Ortega también le meten estática a todos los gobiernos que reconocen al Comandante como uno de los suyos.
¡Todas las dictaduras son malas!
Gracias, Capitán Obvio.
Pero en realidad, vale la pena decirlo. Gente que debería estar clara de eso termina haciendo unos malabares dialécticos que quitan el aliento.
La preponderancia de dictaduras de derecha en Latinoamérica ha creado la falsa percepción de que esta deformación del ejercicio del poder es provincia exclusiva de los ultraconservadores. Cuba tiene más de 60 años probando que la izquierda también puede ser monstruosa, pero igual, a algunos líderes les cuesta re-evaluar a sus amistades y decir «¿Sabes qué, brodercito? Hasta aquí llegamos.».
Este dilema es particularmente vergonzoso para políticos de izquierda en países que han sufrido regímenes tiránicos en el pasado. Sus ciudadanos y sus descendientes todavía sufren los traumas provocados por ejecuciones sumarias, desapariciones, secuestros, torturas y demás violaciones flagrantes de los derechos humanos. ¡Y viene el encave de Ortega a hacer lo mismo!
Véase como en Chile, el tradicional apoyo al sandinismo se convirtió en una piedra en el zapato de Gabriel Boric, candidato de la alianza entre el Frente Amplio y el Partido Comunista. Una semama antes de los comicios, tuvo que tomar distancia de Ortega.
Esto vino después que el Partido Comunista de Chile hizo publicas sus felicitaciones a Daniel Ortega por haber ganado las «elecciones» de Nicaragua. Acto seguido, todo Chile les cayó encima por apoyar a un dictador y Boric sacó el tweet anterior.
Como sea, no creo que la posición de los candidatos frente a la tragedia de Nicaragua haya sido decisiva en la decisión de los chilenos. Igual, Boric pasó a segunda vuelta. Se enfrentará contra el candidato de derecha, Jose Antonio Kast.
Gane quien gane el 19 de Diciembre en Chile, ya perdió Masacrín un aliado.
¿Cuál es el quivalente brasileño de un «boomer»?
Boric tiene 35 años. Tendría unos 4 ó 5 años en 1990, cuando un referendum terminó con la dictadura de Augusto Pinochet. Podemos decir que no tiene recuerdos de primera mano de lo que hacen las dictaduras. Si se tardó en condenar a Masacrín, échenle la culpa a su juventud.
Luiz Inácio «Lula» da Silva no tiene excusa alguna. Se convirtió en líder sindical bajo dictaduras militares. Uno de sus hermanos fue preso político, sometido a torturas. Él mismo fue apresado, a inicios de los 80, por su activismo sindical. Esperaría un poquito de empatía de alguien así, pero eso no está eso en el menú de la izquierda dinosauria.
Ahora, el ex-presidente de Brasil anda en gira internacional. Es una especie de tour de relaciones públicas, previo al lanzamiento de su candidatura oficial en las elecciones presidenciales del 2022. Tras años de cárcel, problemas legales y acusaciones de corrupción, apunta a descarrilar la pretendida reelección de Jair Bolsonaro.
Para todos los fines prácticos, ya anda en campaña. Y todas sus afinidades se examinan bajo la lupa.
Examen de consciencia
Durante su paso por España, las periodistas Pepa Bueno y Lucía Avellán, de El País, le hicieron la pregunta que todos los nicas le querrían hacer.
Pregunta: «…En el caso de Nicaragua, que ha tenido unas elecciones recientes no reconocidas por la comunidad internacional, ¿cuál es su diagnóstico?
Respuesta: «Cuando goberné intentaron convencerme de que fuera a un tercer mandato y yo dije que no porque soy favorable a la alternancia en el poder. Dije en una entrevista que todo político que empieza a creer que es imprescindible o insustituible empieza a transformarse en un pequeño dictador. Yo he estado en contra de Daniel Ortega. El FSLN tiene mucha gente para ser candidato. También estuve en contra de Evo Morales, que ya había hecho dos mandatos extraordinarios. Y lo mismo con Chávez. Puedo estar en contra, pero no interferir con las decisiones de un pueblo. ¿Por que Angela Merkel puede estar 16 años en el poder y Ortega no?…»
Entrevista de El País a Luiz Inácio «Lula» Da Silva – Noviembre 20, 2021
Y es aquí donde les comparto mi GIF favorito…
Lulito, andá habla con Gabriel Boric. Él te va a poner al día.
¡Felicidades!…Ah, no. Mejor no…
¿Qué puedo decirles? Cuesta cambiar el chip. Y eso que don Lula ya iba avisado.
El 9 de Noviembre, el Partido de los Trabajadores de Brasil saludó el «triunfo» del Comandante Daniel y la Compañera Rosario, a través de un comunicado publicado en su portal oficial.
«El Partido de los Trabajadores (PT) saluda las elecciones nicaragüenses realizadas este Domingo, 7 de noviembre, en una gran manifestación popular y democrática en este hermano país.
Los resultados preliminares, que apuntan a la reelección de Daniel Ortega y Rosario Murillo, del FSLN, confirman el apoyo de la población a un proyecto político cuyo principal objetivo es la construcción de un país socialmente justo e igualitario.
Esta Victoria será conquistada a pesar de los diversos intentos de desestabilización del gobierno y del bloqueo internacional contra Nicaragua y su actual gobierno, situación que penaliza principalmente a los más pobres y necesitados.
Esperamos continuar con el FSLN en este camino de construir una América Latina y el Caribe, Libre y Soberana, una región de Paz y de democracia social que pueda servir de ejemplo para el mundo entero.
Romenio Pereira, Secretario de Relaciones Internacionales, Partido de los Trabajadores – Noviembre 9, 2021.
Ay, Romenio…si vas a «continuar con el FSLN en este camino», alístate para que Bolsonaro les gane. Con todo y que es Bolsonaro.
Les pondría un enlace al comunicado original, pero dos días después de su publicación, el mismo Partido de los Trabajadores lo quitó de su portal, después de la virtual zopilotera que le cayó en redes sociales. Esta fue la explicación de Gleisi Hoffman, presidenta del partido.
El poco portugués que aprendí viene de las canciones de las telenovelas brasileñas, pero es suficiente para decirles que la Compañera Gleisi todavía suspira por Masacrín. Si quitaron el comunicado del portal, fue solo porque «la nota sobre las elecciones de Nicaragua no fue sometida a la dirección partidaria.».
Amiga, date cuenta…Masacrín es tan malo como los militares brasileños que secuestraron, torturaron y asesinaron en los 70. ¿Sabés por qué? Porque en el 2018, apenas hace tres añitos, mandó secuestrar, torturar y asesinar gente. ¡Suena como qué es lo mismo! ¿No?
Es más…¡todavía esta secuestrando! Te presento a Edgar Parrales, ex Embajador ante la OEA bajo el gobierno sandinista (1982-1986). Se lo llevaron de su casa el 22 de noviembre, solo por hablar en los medios sobre la salida de Nicaragua del organismo internacional.
Pero yo sé, Gleisi…que tu prioridad es «debatir sobre Brasil con el pueblo Brasileño». Sonás como Trump, «America first!»
Entre dinosaurios se protegen
Lula no le esta hablando a los nicaragüenses. Le está hablando al electorado brasileño. Y en particular, a los desencantados y los indecisos. El objetivo es convencerlos de que si bien él es de izquierda, no es como Daniel Ortega.
Si está en contra de Daniel, es sólo por su insistencia en re-elegirse. Al mejor estilo de Andrés Manuel López Obrador, saca la carta de la «no injerencia» para no ir más allá. Así evita alienar a sus correligionarios trasnochados, que todavía creen que Ortega es el Príncipe de la Revolución.
Y de remate, saca del cajón una falsa equivalencia. ¿Si la Merkel puede gobernar por 16 años, por qué Masacrín no?
Bueno, para empezar, Alemania no es Nicaragua. Y para terminar, doña Angela no puso a su marido de vice, no mandó a matar a al menos 350 personas, no secuestró, no torturó, no armó a un ejército paramilitar…detalles, vos sabes.
Las periodistas de El País no lo dejaron zafarse así de fácil.
PREGUNTA: «Pero ni Merkel ni (Felipe) González encarcelaban a sus opositores.»
RESPUESTA: «No puedo juzgar lo que ha pasado en Nicaragua. Si Ortega detiene a líderes de oposición para que no se presenten a elecciones, igual que hicieron en contra mí, está completamente equivocado…».
Entrevista de El País a Luiz Inácio «Lula» Da Silva – Noviembre 20, 2021
«Si Ortega detiene a líderes de oposición…».
Sí, sí lo hace. ¡También los tortura!
Y claro…la frase importante es «igual que hicieron contra mí».
Ese «MI» debería está en con mayúscula gratuita, en negrilla y subrayado, al mejor estilo de la Vieja Arrimada™.
¡El universo gira a tu alrededor, Lula!
A las pruebas me remito
A la hora de re evaluar su relación con Ortega, los políticos internacionales solo tienen que hacer una cosa: leer los informes de la CIDH. Por cierto, acaban de ajustar la cifra de víctimas mortales de la represión a la Rebelión de Abril 2018. Ahora calculan más de 355.
Si para algo va a servir el martirio de Nicaragua, que sea para empujar al país – y porque no, al mundo entero – a la convicción de que el respeto a los derechos humanos debe prevalecer sobre la ideología. Yo se que esto les va a sacurdir los cimientos de su ser, pero ahí les va: se puede ser de izquierda, y respetar los derechos humanos del otro. Se puede ser de derecha, y respetar los derechos humanos del otro. Se puede ser anti-imperialista, y respetar los derechos humanos del otro.
De plano.
Lula tiene suerte. Apunta a enfrentarse en las urnas contra uno de los presidentes más desastrozos de la historia. Bolsonaro presidió uno de los peores manejos de la pandemia.
¡Hey! ¡Justo como Ortega! ¿Ven cómo la derecha y la izquierda pueden ser ambas terribles?
Pero donde Lula sí es realmente afortunado, es en ser brasileño y no nicaragüense. Si estuviera pretendiendo competir contra Ortega, ya estaría metido en la celda más chiquita de El Nuevo Chipote – tan malo como el viejo Chipote, pero «cristiano y solidario». Y producto de la «autodeterminación» del pueblo de El Carmen.
Pueden leer la entrevista de Lula con El Pais en este enlace.
Muy bueno, sólo no comparto la opinión sobre el actual presidente de Brasil…