Bueno, se acabó la campaña electoral del 2021. No se sintió porque Daniel Ortega echó presos a todos loss candidatos que le hacían sombra la pandemia. Tampoco hubo cierre de campaña. La última vez que vimos al flamante candidato para reelección, estaba pidiéndole prueba de amor a Juan Orlando Hernández, presidente saliente de Honduras y futuro ciudadano nicaragüense huyendo de la justicia de su país de origen.
Pero igual, las elecciones no se van a sentir tampoco, porque son más de lo mismo: Daniel Ortega se queda en el poder, hasta que le ronque la carabina.
Sin embargo, es evidente que en las últimas semanas, la maquinaria propagandista de la dictadura, controlada por la Vieja Arrimada™, estableció un eje temático determinado en la campaña.
La campaña se resume en una sola palabra: «soberanía».
¿Que quiere decir «soberanía»?
Creo que se lo que quiere decir soberanía, pero como soy humilde y no me las tiro de que lo sé todo, me fuí al diccionario en línea de la Real Academia Española para consultar el significado de la palabrita. Lo siento, tuve que recurrir a una institución colonialista y monárquica.
Pero recuerden que en Febrero del 2020, Santiago Muñoz, su director vino a Nicaragua. El Comandante y la Compañera lo recibieron bonachonamente. El hombre hasta hizo reír a la Eternamente Amargada, diciéndole que era «super presidenta». ¡Que manera de echársela en la bolsa!
Así que asumo que no le va a molestar a nadie que interpelemos esta institución «real».
Según la RAE – así le decimos los prixes -, esto es «soberanía».
Soberanía:
1. Cualidad de soberano.
2. Poder político supremo que corresponde a un Estado independiente.
3. Alteza o excelencia no superada en cualquier orden inmaterial.
Diccionario de la Real Academia Española
«Poder político supremo»!¡»Alteza no superada»!…con razón la palabra le gusta tanto a Masacrín.
«Soberanía» hecha canción
Quizás la campaña de la «soberanía» empezó cuando la Compañera Rosario, en uno de esos monólogos que no escucha casi nadie, amenazó a Kevin Sullivan, el Embajador de Estados Unidos con una serie de versos que se confundian en su verbosa prédica de todos los días.
Los versos pertenecen a una canción titulada «Soberanía», acreditada a Roger Antonio Osorio Pérez. En esa ocasión, Murillo no le concedió crédito al autor. Hasta yo pensé que eran de su inspiración.
«Aquí todos los países tienen sus embajadores / y todos estos señores deben respetar la diplomacia / y hay uno que con su arrogancia se abre en los corredores de la Casa Blanca / y es que si él quiere hablar que se quite las investiduras y verá que poco dura su estancia en esta tierra…»
Rosario Murillo, Julio 14, 2021.
¡Lindas palabras que dirigir a dipllomáticos en tu país!
El exabrupto era una reacción directa a el retiro de visas para ingresar a Estados Unidos a 100 funcionarios del régimen, familiares y allegados
Días mas tarde, en la transmisión del 19 de Julio, se presentó un video clip del grupo «Los Rústicos del Norte», interpretando la canción con Alfonsina Martínez como vocalista.
¡Perdón! Debí haber dicho «FEATURING María Alfonsina», porque los creativos rojinegros hablan en español, pero piensan en inglés. Oh, yes!
Según la propaganda del régimen, la canción fue escrita en el año 2007. ¡Justo cuando el Comandante regresó al poder! En ese entonces, la relaciones con Estados Unidos eran funcionales. Ortega todavía estaba en la «luna de miel» del inicio de su segundo turno al bate presidencial. No había confrontación alguna con la Casa Blanca.
La canción hacía alusión a ese «Estados Unidos» del pasado, que el FSLN no puede dejar atrás.
«Soberanía» que explota traumas históricos
En manos de la dictadura, el concepto de «soberanía» se convierte en un escudo todo-propósito, para protegerse de rendir cuentas sobre flagrantes violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Ningún país puede decir nada. Inventar leyes para criminalizar a adversarios políticos, y usarlas para secuestrarlos y torturarlos es «una decisión soberana».
Lo esgrimen contra la acusaciones de Estados Unidos, porque este país es uno de los más vehementes a la hora de reclamar por el estado de la democracia. Y es fácil hacerlo, porque a como dicen en la novelas, «su pasado los condena».
La ocupación perpetrada por el ejército de Estados Unidos corrió de 1912 a 1933. Eso, mas la tolerancia y apoyo a la dictadura somocista, son manchas en el record, que el Orteguismo insiste en subrayar. Uno de los factores de la caida de Somoza fue el hecho de que el gobierno de Jimmy Carter le haya dado la espalda, pero eso no computa en la contabilidad del amor que llevan en El Carmen. Y si no me crees, preguntale a tu tía que se exilió en los 80. Para la diáspora de esa época, Carter era aliado de los sandinistas.
Vos, yo y nuestrros cuatro lectores sabemos que los paises y los gobiernos cambian. Los Estados Unidos de 1930 no son los mismos del 2021. Pero la lectura oportunista y amañada de la historia, característica de Daniel Ortega, congela a los actores en el papel que le conviene a Masacrín.
Los Estados Unidos de hoy todavía tienen la culpa de hace 90 años. Pero Ortega no tiene la culpa de las ejecuciones sumarias que ordenó en el 2018. ¡Seguro!
Cuando Ortega conoció a Obama
En la Cumbre de las Américas del 2009, Ortega aprovechó la presencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Se despachó su usual discurso catalogando las viejas intervenciones militares de en el siglo pasado.
Imaginate, vos estas tranquilo, encontrándote por primera vez con tus colegas de la región y ¡zas!…un desconocido balbuceante que habla en cámara lenta empieza a catalogar las ofensas cometidas décadas atrás, por gente que ni parientes tuyos son.
Cuando a Obama le tocó hablar, respondió con brevedad lapidaria: «¡Yo ni siquiera había nacido en ese entonces!».
No le dijo «Bye, Felicia!» porque Dios es grande.
A saber cuantos millones quería pedir el Comandante, y creyó que haciéndo a Obama sentirse culpable le iba a aflojar la bolsa. Pero no sufran por Ortega. Pronto, el Papa Chávez le regaló un saco de reales llamado Albanisa.
Pero nos estamos desviando del tema…
La «soberanía» conveniente
Este tipo de «soberanía» también se esgrime para contrarrestar críticas internas. Véase el tono defensivo de la Compañera Rosario, al anunciar que Nicaragua utilizaría las vacunas cubanas «Soberana» y «Abdala», para vacunar niños. Dichos fármacos no cuentan (aún) con la aprobación de la OMS. No porque la OMS, un organismo supra-nacional, siga los designios del «Imperio». O porque le tenga tema a la revolución cubana. Simplemente, el país no ha sometido el fármaco a los mecanismos de prueba que la OMS considera necesarios.
«Es una decisión soberana de los países aplicar o adquirir o usar en sus jornadas de vacunación las vacunas que consideren pertinentes. Son decisiones de la autoridad nacional, ya sea en Cuba, Argentina o en Nicaragua»
Rosario Murillo, Octubre 6, 2021
Según este reporte, Ortega pidió a la OMS aprobar las vacunas cubanas. Porque claro, está acostumbrado a que en Nicaragua, los científicos atrapados en la estrutura estatal tienen que hacerle caso a sus caprichos. Igual, invirtieron 7 millones de dólares en comprar el lote de vacunas a la isla.
Esto es bueno para Cuba: logran colocar un producto con ciertas desventajas de credibilidad y marketing; reciben 7 millones de dólares que antes no tenían, y añaden una línea a la lista de paises que recomiendan el uso de su fármaco.
Absolutamente nadie le iba a impedir a Nicaragua comprar las vacunas cubanas. Murillo le estaba hablando a los nicas que desconfiaban ante la falta de aprobación de la OMS.
No es casualidad que mas de 51 mil nicaragüenses han cruzado las fronteras para vacunarse en Honduras, que ofrece lass vacunas Moderna y Pfizer, ambas aprobadas por la OMS. Hasta sandinistas de sangre rojinegra emprenden esa peregrinación.
La soberanía de los otros
Pero claro, todos los paises gozan de soberanía. Y algunos la ejercen para motivar a los discolos a enderezar su camino. Por eso el Parlamento Europeo, Estados Unidos, Canada y otros paises de la región latinoamericana coordinan esfuerzos para presionar al régimen.
El viernes 5 de noviembre, dos días antes de ejecutarse la farsa electoral, representantes de 17 paises emitieron una declaración conjunta, reaccionando a la insistencia de Ortega en ejecutar elecciones fraudulentas.
«Le recordamos al régimen y a sus partidarios que habrán consecuencias por su apego al autoritarismo…»
«Estamos claros en nuestro rechazo a la crueldad de la dictadura y nos comprometemos a hacer que la familia Ortega-Murillo rinda cuentas por su continua campaña de abusos contra los derechos humanos, incluyendo la tortura, las ejecuciones extrajudiciales y las detenciones ilegales».
Declaración conjunta de EE.UU., Reino Unido, Lituania, Parlamento Europeo, España, Estonia, Letonia, República Checa, Colombia, Costa Rica, Suecia, Irlanda, Polonia, Ucrania, Moldavia y Ecuador – Noviembre 5, 2021
Y esa es la cosa. Cada país ejerce su soberanía. Y por decisión soberana, pueden decidir que no quieren favorecer a una dictadura que masacra a su pueblo. Nadie está obligado a asociarse con criminales de lesa humanidad.
Si los sandinistas son tan celosos de su soberanía, quizás no deberían gastarla en mantener a un déspota con poder absoluto, martirizando a sus conciudadanos.
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