Han sido días difíciles en la capital del Reino Batracio (El Carmen). En Nicaragua las cada vez más escuálidas marchas del Gobierno, se convirtieron en caravanas porque ya nadie quiere caminar por Masacrín.
Y fuera de Nicaragua la cosa está peor, Daniel «El Masacrador de niños» Ortega no gana una. Que digo ganar, «perder» sería una mejora, porque son verdaderas arrastradas las que ha recibido Masacrín en la OEA y la ONU. Como será, que hasta Venezuela está comenzando a tomar distancia de las animaladas de Masacrín pues tiene miedo de darse color.
A estas alturas todas las esperanzas de Ortega están puestas en la lejana posibilidad que Trump se reúna con él a finales de mes. No estamos hablando de una recepción oficial en la Casa Blanca, obviamente. Más bien, hablamos de Masacrín haciendo posta en el urinario de la ONU, esperando que a Trump le den ganas de ir al baño, para abordarlo de forma casual mientras orina. Hoy en día, eso constituye una «estrategia» en El Carmen.
La carta secreta que lleva Ortega a Trump
Hasta Masacrín está claro que una ida a orinar no es suficiente tiempo para explicarle a Trump todo lo que necesita de él. Se le sale un daniel y ni que Trump anduviera diarrea le da tiempo.
Para no desperdiciar la oportunidad, nuestras fuentes del más alto nivel en el Gobierno nos dijeron que Ortega escribió una carta secreta. Tan secreta, que ni la mujer de Masacrín la ha leído. Como quien dice, esta es una exclusiva mundial que solo aquí van a poder leer y de gratis. En tu cara Niuyortaims.
Sin más atrasos, lean la carta antes que venga la Hilux a llevarme al Chipote con todo y servidor …
Excelencia Donald J. Trump
Presidente de Estados Unidos de América
Sus manos,Querido Donny:
Te escribo estas líneas porque el mundo se ha puesto de acuerdo en negarnos el derecho de estar cara a cara y vernos a los ojos. Me presentaría, pero soy Daniel Ortega y vos Donald Trump, no hace falta explicar quiénes somos. No hay ser humano en el mundo que no haya oído hablar de nosotros.
Aún así, debo confesar que me siento algo nervioso y que por primera vez en más de 50 años, me cuesta encontrar las palabras adecuadas para decirte lo que siento-digo, pienso. Haré de mis ansiedades un escudo de valentía e iré directo al grano:
¿Por qué no me dejas ser tu mejor amigo?
Espero no haberte asustado. Desde lo más profundo de mi corazón te juro por lo más sagrado que lo único que quiero en esta vida es estar muy cerca de vos. No como una esposa, más cerca, como una pornstar o como Putin.
Porque, aunque no parezca, vos y yo tenemos muchas cosas en común. Para empezar, ambos somos incomprendidos por un mundo lleno de mentes inferiores que no entiende que la verdad no existe, uno mismo la construye. Por eso vos tenes a Fox News y yo tengo el Canal 4. También odiamos a Jorge Ramos.
Queremos que Putin nos ame tanto como nosotros lo amamos a él. Yo también tengo trabajando a toda mi prole en el Gobierno, aunque en el fondo estoy decepcionado porque ninguno es tan inteligente como yo (por cierto, si alguna vez queres llevar tu relación con la Ivanka al siguiente nivel, avísame, yo tengo experiencia y te puedo dar unos tips).
Ahora bien, yo sé que no tengo las bombas nucleares de Putin, ni los millones de sus oligarcas que te compran apartamentos para lavar rublos, ni los videos de muchachas miccionando sobre tu dorada cabellera. Pero tengo algo que los rusos nunca te podrán dar … lealtad.
Seguro has visto mis magnificas apologías al hermano Chávez cada vez que el mundo me pide de rodillas hablar en nombre de los comandantes revolucionarios en una tarima internacional. Nadie puede negar que aún muerto, Chávez sigue siendo amado y respetado por todo el mundo, gracias a Daniel fucking Ortega, su hermano de diferente madre, lo invoca con la exquisitez verbal que me caracteriza. Eso le costó al hermano bolivariano la bicoca de 3 mil millones de dólares, sin ningún interés por recuperarlos (regalo pues).
En tu caso, mi propuesta entre caballeros de la más alta calidad moral es incluso más favorable. Me creerías si te dijera que te puedo ofrecer todo lo que ya mencioné a cambio de nada?
En serio, todo eso por cero dólares. Cero.
Lo único que te pido es un insignificante favor, o mejor dicho, par de favores que no te van a costar nada:
- No toques mi humilde patrimonio que tanto me ha costado reunir estos últimos 10 años.
- Déjame gobernar en paz hasta el fin de mis gloriosos días.
Eso es todo. Te dije que no era nada para vos.
Yo sé que vos por tu gran inteligencia y ecuanimidad te has mantenido al margen de esta pequeña discusión interna que tenemos desde abril, unos cuantos terroristas envidiosos y todo el pueblo de Nicaragua representado por mi. Pero fijate que ahí en tu gobierno, anda una gente molestando con meterme en la Magnitsky y no sé qué más.
¿Será que los podes calmar? Asumo que ahí es como aquí, que si me ronca puedo poner a todos los diputados y magistrados a bailar el Comandante Zekeda y hasta coreografía hacen. A como nos enseñó el maestro Putin.
Es más, le podes decir a tus empleados del Congreso que se pueden seguir chiclando a los babosos del gobierno que no son apellido Ortega Murillo. Está bueno que les pase por pensar que mi lealtad es gratis. Que le pregunten a Maduro o a Taiwan cuánto vale uno de mis esplendidos discursos.
Agradeciendo la atención dispensada a la presente y confiado en que sabrá atender a mis insignificantes solicitudes, me suscribo a Usted con las consideraciones de mi alta estima.
Siempre tuyo,
Daniel Ortega Saavedra
Quiero agradecer a mis fuentes super secretas por filtrarme tan importante documento histórico. No me cabe duda que Trump le dará la importancia que Masacrín se merece.
Ahora sí que se ve a todas luces que jamás, nunca podría ningún batracio y mucho menos Masacrín escribir una sola línea de esa carta. Dónde están los horrores ortográficos? Te están filtrando información falsa.