Como bien saben, ayer la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia decretó Paro para toda Nicaragua. Las gasolineras, los supermercados y hasta los bancos ya avisaron que mañana no abren, pues tienen la curiosidad de ver si así Daniel «El Masacrador de niños» Ortega deja de asesinar gente en las calles.
El Masacrador por su parte, ha optado por hacerse el loco. Aunque por debajera sabemos que está socando, pues hoy nos dimos cuenta que por fin respondió la petición que hicieron los padrecitos el jueves pasado. El viernes a las 10AM se reunirá nuevamente la pandilla del Diálogo Nacional para analizar dicha respuesta (a mi no me crean, pero dicen que gira en torno a elecciones adelantadas).
Trabajadores del Estado, te queremos en el Paro
Aún así, el Paro del Jueves va y creemos que ha llegado la hora que los trabajadores del Estado participen activamente (o sea, que no hagan nada, sean pasivos).
Para nadie es secreto que el Masacrador y la Masacradora cuentan con ellos para llenar plazas, para orar por la paz y en general para actividades varias de rotondeo. Todos sabemos que faltar mañana puede ser una ofensa difícil de perdonar para los Ortega Murillo.
La situación en Nicaragua es tal, que una corrida es considerado un resultado positivo. Negativo es que te regalen una estancia extendida en el Chipote o que manden una Hilux a tu casa y toda tu familia amanezca en las listas del CENIDH.
Entonces ¿Cómo hago para quedarme en mi casa?
Para ustedes, los trabajadores del Estado que no quieren seguir apoyando a un Presidente asesino, les tenemos una salida elegante: la Diarrea Patriótica.
Está científicamente comprobado que nadie nunca quiere hablar de diarrea. Es uno de esos temas intencionalmente tabú, como la sexualidad en personas mayores de 80 años o la receta de la Chicha de las 7 quebradas.
Bastaría entonces con llegar el viernes con una nota medica que diga cosas como:
El paciente presenta incontinencia fecal severa, con fugas liquidas explosivas, que resulta en un debilitamiento generalizado e incapacidad para movilizarse. Se le ha ordenado 24 horas de reposo absoluto.
Vas a ver como nadie lee más allá de «fecal».
Y que te la firme el mismo doctor que te iba a dar las notas para ver los juegos del Mundial.
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