Existe la creencia popular de que Estados Unidos es el país de los oportunidades, y no se trata solo de la idea que con esfuerzo y trabajo duro, podes progresar. Aquí todo el mundo ama un «segundo acto» – en inglés la expresión suena más bonita -, que básicamente implica ver como un personaje caído en desgracia se redime, y vuelve a encausarse hacia el triunfo.
Y aquí tenemos un ejemplo made in Nicaragua…
¡Que pase Shantall Lacayo!
El dia de hoy, la diseñadora Shantall Lacayo anunció en sus redes que aparecería en la nueva temporada (19) del reality show Project Runway, en Estados Unidos. Se estrena el 14 de Octubre en el canal de cable Bravo, con retransmisión al día siguiente en la aplicación de streaming Peacock. Once años después de figurar en la primera temporada de la versión latinoamericana del programa.
La antojadiza edición del programa convirtió a Shantall en una especie de villana, pero su talento era innegable. Quedó en tercer y lugar, y francamente, si no ganó, fue porque los productores calcularon que los veía más gente en Colombia y Argentina. Así que el primer lugar fue para un colombiano, y el segundo para una argentina.
Independientemente del resultado, el programa lanzó a la joven diseñadora en el imaginario popular. Se dio a conocer en la región, regresó a Nicaragua, abrió su atelier, y empezó a trabajar.
Un éxito.
El lado oscuro llama
Eventualmente, Shantall gravitó hacia Nicaragua Diseña, el evento de modas fundado por Camila Ortega Murillo, hija de la pareja dictatorial. Para ese entonces, todavía no masacraban gente en las calles, pero ya el tigre había mostrado las rayas dictatoriales de muchas otras maneras.
Shantall era invitada con frecuencia a los programas Esta Semana y Esta Noche, donde yo trabajaba como productor. Nosotros no promovíamos los eventos de Nicaragua Diseña, pero cuando tuvo un desfile personal, la invitamos a una entrevista, como solíamos hacer desde su aparición en Project Runway.
Como tantos otros artistas en la planilla del gobierno o asociados al oficialismo, dejo de contestar llamadas. No sé si le bajaron la línea, o si la asumió solita.
Pero ya sabía quien le estaba poniendo mantequilla a su pan.
Es el dilema de todos los artistas nicas cuyos intereses se cruzan con los de los vástagos de la familia dictatorial.
Si sos rockero, vas a hacerle corte a la reencarnación de Sandino. ¿Te gusta el canto lírico? A hacerle coros a Laureano. ¿Lo tuyo es la moda? Tenés que hacerte amix de la Camu. Muchos artistas resistieron, y resisten aún, los cantos de sirena de la dictadura. Shantall no lo hizo.
El caso era desconcertante, porque con su mezcla de talento y proyección internacional, no tenía mucho que ganar al asociarse con el régimen. Más bien perdía. Recuerdo haberme preguntado con que necesidad Lacayo asía su estrella a esa mafia.
Pero exactamente eso fue lo que hizo.
¿En que momento abandonar el barco?
La brutal represión del 2018 puso en jaque a todos los personajes que trataban de mantener equilibrio entre funcionar dentro del régimen, y ser digeribles para las mayorías con alergia a la dictadura.
El error de todos ellos fue asumir que el público los disculparía, haciendo un ejercicio de compartimentación similar al que ellos hicieron en algún momento para justificarse el contribuir a construirle una máscara amable a la dictadura.
«¡Yo no estoy de acuerdo con lo que hacen..Yo sólo hago mi ropa / canto / bailo / filmo!», «¿Donde más lo voy a hacer, si ellos son los dueños de todo?».
¿Qué querés que te diga? Es la versión artística del «si no trabajo, no como». Y el que firma el cheque con el que pagas lo que comes…es un masacrador de niños.
En el gran balance de la tragedia que se vivió en esos días – y que se proyecta hasta el presente, como un cáncer -, preocuparse por el capital social de algunos músicos, influencers es el epítome de la frivolidad. Pero estos personajes viven de su imagen, y finalmente, la asociación con un régimen que empezó a ejecutar adolescentes en las calles, les pasó la cuenta.
Ya no era el momento para malabares éticos, ni protegerse en áreas grises. Tanto así dedujo el OG Manuel en Bacanalnica, al contemplar donde falló Shantall Lacayo y porqué en Nicaragua ya no se podía ser gallo-gallina, alláaaaaaaa por Mayo del 2018.
Se nos rompió el amor…de tanto que me reclamaban en los medios
Mientras la dictadura reprimia violentamente en Nicaragua, Shantall siguió son sus planes de presentar una colección en la Semana de la Moda de Miami. No contaba con el activismo de la diáspora, y con que los exiliados de los 80 – «la primera etapa de la revolución» – no perdonan, ni olvidan (con toda la razón del mundo).
La diseñadora tuvo que desfilar por los medios y las redes sociales, tratando de hacer control de daños, pero fue demasiado tarde. Cada intento por justificarse, era materia prima para memes.
Ahi pueden ver, en tiempo real, como Shantall quemó el puente con Camila Ortega y la dictadura, pasando juicio en la corte de la opinión pública.
Fue muy poco. Muy tarde.
Más de tres años después…
La dictadura sigue destruyendo al país. Más de 300 asesinatos siguen impunes. Más de 150 presos políticos siguen secuestrados, sumiendo en la zozobra a sus familias y la sociedad entera. Más de 100 mil exiliados luchan por sobrevivir fuera de su patria. Nicaragua Diseña sigue campante, en las pasarelas subvencionadas. Quiero pensar en el nombre de un diseñador que haya sido lanzado por ese proyecto.
No se me ocurre ninguno.
Shantall ha reconstruido su vida en Estados Unidos. Tanto así queda claro en la biografía incluida en el sitio web oficial de la serie. El párrafo más importante, traducido al español, dice:
«Hace tres años, Shantall y su esposo abandonaron Nicaragua para escapar de la violencia política. Ahora viven en Miami…Mudarse a Miami le dió a Shantall un nuevo inicio para perseguir tiempo completo sus sueños de trabajar en la moda.»
Project Runway, Bravo TV
Suena bonito. Inspirador. Shantall tiene mucho talento, y seguro le va a ir bien. ¡Buen segundo acto!
Suerte que el público norteamericano que sintonizará Project Runway no se preocupará por esa conexión con la dictadura. Ni le importarán los detalles de ese «escape de la violencia política», siquiera.
¡Esos detalles son tan complicados!
Si estas quemado por tu asociación con los Ortega Murillo, toma notas. Pero claro, los nicas somos como los elefantes. Nunca olvidamos.
Juan Carlos, ¡¿dedució?!