Es como un mecanismo de relojería. Cuando a la dictadura le dan su sombrerazo en foros internacionales, se desquitan con los nicas opositores. Si fueran tan paraditos, romperían relaciones diplomáticas con los que los ofenden, pero no. Saben que no les conviene. Por eso, le pasan la cuenta a conciudadanos en territorio nacional. A ellos los pueden reprimir, sin pagar ningún costo más allá del reputacional. Y como ya la reputación la tienen hecha paste, no hay falla.
Por algún esfuerzo sobrehumano, Masacrín y la Vieja Arrimada™ se contuvieron durante un mes entero sin secuestrar a nadie Se les debe haber reventado una hernia. El último secuestrado antes de esta tanda fue el sociólogo Irving Larios, hace un mes.
Justo al día siguiente de que Daniel Ortega perdiera un round 26-0 en la OEA, el régimen le dejó ir todo el peso de la dictadura al empresariado. Los nuevos secuestrados son Michael Healy, Presidente, y Álvaro Vargas, Vice Presidente del COSEP. De ipegüe, también se llevaron detenido a Wilber Alvarado, conductor de Healy.
¡Pero si el COSEP estaba en «plan cusuco»!
Así es. Hasta extremos ridículos. Incluso, hicieron una campaña digital queriendo hacer pasar su abrupto silencio como una forma de resistencia. Pero la discreción no sirvió para nada. Al final, la Chayo hace lo que la Chayo hace, porque Daniel se queda.
La detención de Healy, Vargas y Alvarado es ilegal. Además, es particularmente disonante con el discurso triunfalista de que emana de las cajitas de resonancia en la planilla rojinegra. Moisés Absalón Pastora ya dijo que las elecciones son «puro trámite», y que el pueblo de Nicaragua le va a dar el voto a Daniel y Rosario para que nos puedan seguir «haciendo soñar». Vos soñarás con la casa con piscina que va a cubrir el salario de diputado, maje, pero para la mayoría, esos sueños son pesadillas.
Faltan virtualmente dos semanas para esas «elecciones» que ya tienen «ganadas», y aún así, siguen desplegando su estrategia de terror e intimidación. Nosotros decimos que mejor las cancelan y nos ahorramos el dinero. Es eso, o dárselo en plan aguinaldo a Maria Haydee Osuna y a Gasparín.
¡Pero si necesitan al COSEP para «dialogar»!
Así es. Para bien y para mal, el Consejo Superior de la Empresa Privada es un actor político importante en el país. Representa a los principales capitales, pero también a centenares de pequeñas y medianas empresas que sostienen el mercado de empleo formal – ¡y las cotizaciones al INSS! -. Es fácil olvidar que es un ecosistema diverso, cuando los banqueros consumen tanta atención de los medios.
Por eso, la dictadura necesita al COSEP en una mesa de diálogo. Las elecciones ya son un cachinflín quemado. Al ver que la comunidad internacional no se va a tragar ese anzuelo, los Ortos-Mus están organizando el próximo evento que les sirva para disfrazarse de legitimidad. Se abre el telón, y sale Wálmaro a proclamar un «gran diálogo nacional», para los que «aman a Nicaragua». Ese amor es de marido que golpea a la mujer, Nave sin Rumbo.
El mismo Masacrín, con su estilo elíptico e indirecto, lleva semanas lanzando indirectas al empresariado. Le urge volver al estado de (des)gracia de la «Gran Alianza Público-Privada». Pero…¿echar preso a los líderes del grupo es la mejor manera de convencerlos de sentarse?
¡Depende de quién querés que se siente!
A pesar de la reciente estrategia de silencio, el COSEP tuvo un grado importante de protagonismo y visibilidad durante las negociaciones políticas que se abrieron a raíz de la rebelión de Abril 2018. Podemos debatir hasta la saciedad si su influencia fue negativa o positiva, pero sí estaban ahí. Healy y Vargas figuraron entre los interlocutores, con diferentes grados de protagonismo y beligerancia.
Y con eso basta para que los Ortega Murillo te pongan en su lista. Además de acomplejados, los dictadores guardan más resentimientos que el gavetero de una vieja. Ver a los dos empresarios en la mesa de enfrente, como contrincantes ideológicos, debe haberles ganado un lugar esa la lista de la Eternamente Arrimada. Dos años no son nada…mira que esperaron 20 para pasarle la cuenta a los fundadores de MRS.
Cada vez que hay que «mandar un mensaje» al exterior, o da una muestra de fuerza para animar a sus sapitos, pregunta…«¿quién sigue en la lista?». Esta semana, fueron Healy y Vargas.
Descabezar al COSEP de un tajo tiene un beneficio añadido. El cuerpo empresarial es tan diverso, que incluye a algunos emprendedores con membresía en el estanque batracio, sandinistas de vieja data, o «nuevos ricos» que se han echo a la sombra del «venado amarrado» rojinegro. No descarto que pasarle la cuenta a Healy y Vargas sea una maniobra para posicionar mejor a algunas fichas que sean más abiertos a las invitaciones de la dictadura.
¡Que pase el COSEP PIRATA!
El peor escenario para la dictadura, es que los empresarios del COSEP no se dejen intimidar. Que no muerdan el anzuelo. Si eso llegara a pasar, ya tienen su plan B. Le darían la silla designada para los empresarios a su COSEP Pirata.
Se trata del Consejo Nicaraguense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONIMIPYME), fundado en el 2019, cuando vieron que la separación con el COSEP iba para largo. No incluyeron a la «gran» empresa, porque para Pellas, Ortiz y los demás banqueros, era ya mucho color que los retrataran con Leonardo Torres y Enrique Quiñonez.
Así es. El CONIMIPYME es tan legítimo, que hasta tiene a Enrique Quiñónez en una de sus cámaras. ¡Ribbit-Ribbit!
En suspenso
Ahora se abre un compás de espera. El COSEP aún no ha dicho oficialmente quién liderará la organización en ausencia del presidente y el vicepresidente. Apenas ha reclamado la libertad de sus secuestrados a través de comunicados en redes sociales.
Al cierre de esta columna, se rumoraba que César Zamora, Presidente de la Cámara de Generación de Energía, asumiría la presidencia. Zamora se se destacó en meses pasados por viscerales ataques contra otras figuras del COSEP, incluyendo Jose Adán Aguerri. Además, inexplicablemente, se convirtió en uno de los críticos más acérrimos del MRS.
No sé que pensar, Rick. Por lo menos, Zamora no estará en peligro de que le den un pasaje sin retorno al Chipote.
Pero ahora, lo mas importante ahora es solidarizarse con Michael Healy, Álvaro Vargas y Wilber Alvarado, junto al grupo de más de 150 presos políticos secuestrados por la dictadura. Hagan lo que hagan los nuevos directores del COSEP, tenemos que demandar la libertad de las víctimas de Ortega y Murillo.
Este es el escrito que postee en Facebook al respecto de este tema:
Mi posición sobre los secuestrados «VIP».
Con la expresión secuestrados VIP me refiero a Luis Rivas (Gerente del Banpro), José Adán Aguerri (ex-pdte. del COSEP), Michael Healy (actual pdte. del COSEP), Álvaro Vargas (actual vice-pdte. del COSEP), todos ellos son secuestrados de alto perfil económico y status social, eso los hace más visibles para una buena parte de la población.
Yo creo que el hecho de que este tipo de personas con este status estén secuestrados es algo bueno para la liberación y transformación de la sociedad nicaraguense, y en especial para el gran capital, ya que si Ortega solo tuviera secuestrados a presos más comunes y corrientes con poca relevancia económica, este calvario que estamos pasando no lo comprenderían ni lo llegarían a interiorizar toda este gente de alcurnia.
Y aclaro, este no es un caso de resentimiento social, de decir «Que está bueno que estén presos por ricos», nada que ver en lo absoluto, sino que a fin de cuentas lo mejor que puede hacer Ortega es dañar y afectar transversalmente a toda la sociedad nicaraguense para que así todos los estratos sociales estén claros que con Ortega no se hace ningún trato, porque es como hacer trato con el demonio.
Espero que con este secuestro todos esos que propugnaban por un «populismo responsable» como Arturo Cruz, los que querían exportar su modelo de «entendimiento tripartito» entre gobierno, empresa y trabajadores como lo era Chanito Aguerri comprendan que cuando no se construye los negocios y una sociedad sobre las bases firmes de la democracia y el estado de derecho, es como construir sobre arena movediza.
Y espero que entiendan la lección y estén dispuestos a ir hasta el final, inclusive si eso significa seguir preso después del 7 de Nov., porque la estratagema de Ortega es tener presos de alto perfil para negociar su liberación a cambio del reconocimiento de su farsa electoral, pero si ceden a ese chantaje que sepan que le están entregando su alma al Diablo.