Hay cuatro personas en Nicaragua, que prefieren no oír los cada vez más escasos discursos de Daniel Ortega y prefieren venir a leer el análisis / resumen de Bacanalnica. Para ellos, con mucho cariño, la encomienda de todos los meses.
No se preocupen por reclamar que vino tarde, ya sabemos. Es culpa de la prixita Lucía que se puso a entrevistarme y me consumió los poco minutos que puedo dedicar a este mi tercer trabajo (que no deja ni para los chicles). Tuve que esperar a la recarga del día siguiente para salir del compromiso con ustedes.
Ser presidente en Nicaragua es un trabajo relax
En un país normal, que está navegando por las turbias aguas de la peor pandemia en más de 100 años, es normal ver al presidente casi diario en televisión hablando de los planes, estrategias y resultados de la emergencia. Hasta los más brutos, como Bolsonaro, saben que en una crisis, el presidente tiene que salir a dar la cara, así sea para dar vergüenza.
Nicaragua, ocupada militarmente por el Reino Batracio del rey, digo comandante, Daniel «El Masacrador de niños» Ortega, es diferente. En Nicaragua pasamos meses (literal) sin ver, ni oír al supuesto jefe del gobierno.
Como ya tocaba, Masacrín aprovechó este domingo, que además era 19 de julio, para hacer su aparición del mes. Rompiendo así con su cuarentena estricta (shhh! no le digan a los sapos), pero estrenando mascarilla golpista para cuidarse de un virus que en Nicaragua no es grave, casi no hay casos, y nadie tiene por que preocuparse.
Pasando asistencia batracia
Uno a uno Masacrín fue mencionando a su corte batracia. Todos con su respectiva mascarilla golpista. Pareciera que le dijeron que tenía que tardarse una hora con su discurso, y para hacer tiempo, fue bien lento pasando lista. Ni siquiera se puso de píe.
El encargado de socarle la chapa de los dientes (Camila?) se lució ayer, porque cada dos palabras se le oía el chasquido característico, amplificado además por un super micrófono a todo volumen, que hace oír hasta los murmuros más bajos, como vocerrón de hombre macho viril y joven. Ni quiera dios le pase las de Arnoldo Alemán, que en su último video parecía que iba a morir tratando de hacerse oír.
Ya no pienso en vos, por eso te hice un album completo
Daniel Ortega es como esos reggaetoneros ardidos que los corta la novia y ellos para demostrar que les vale y que no piensan en ella, les dedican un album completo de 12 canciones.
Así es Masacrín con el Coronavirus. Bien pasivo agresivo. Dice que no le afecta, que en Nicaragua ya fue «vencido» y que los otros países desarrollados, más bien nos tienen envidia. Pero todos sus discursos en lo que va del año, parecen anuncio de hospital, de esos largos que se repiten todo el día en los televisores de la sala de espera de los mismos hospitales.
El maje que con costo sacó un bachillerato, ahora parece visitador médico. Cree que nadie se va a fijar que de pronto, de la nada, ahora dedica la mayor parte de sus discursos a hablar de las causas de muerte, de infraestructura hospitalaria, de salud pública, de maquinas y equipos de salud de última generación.
Masacrín dijo en algún momento, que van más o menos 100 muertos por COVID en Nicaragua. Luego lo corrigieron, que en realidad son 91. Y más tarde, neutralizó ese dato sin importancia diciendo que por delincuencia son 196 los muertos. O sea que en Nicaragua, es más fácil que te mate un tamal, que el virus. Para que no anden de exagerados.
Como siempre, el jaque mate batracio fue cuando nos recordó que los muertos se reponen, y en Nicaragua, por apenas 12,100 fallecidos, hay casi 25,000 nacimientos.
Mientras tanto, en el mundo real
Y mientras Masacrín vive esa fantasía del sistema de salud perfecto que solo Nicaragua tiene, que los demás países (especialmente los más desarrollados y ricos) envidian, y que además es totalmente gratis para todos los nicaragüenses (porque aparentemente, todo lo pone de su bolsa), aquí en el mundo real, ya casi llegamos a 2,500 muertes por COVID-19 según el Observatorio Ciudadano (que siempre presenta números conservadores).
Y obviamente todo es gracias a Sandino y a Carlos, al modelo sandinista y a él mismo, o como se hace llamar en sus discursos, «el pueblo de Nicaragua».
Eso sí, que sea gratis no significa que no te va a sacar en cara, lo caro que son las maquinas y los hospitales. De pronto me puse a pensar que a los 36 chigüines que tiene, todos parásitos y mantenidos, les debe sacar en cara, cada vez que los ve, todo lo que él les ha dado, con los dolars de sus sugar daddies.
Ah sí, también habló del imperialismo
Masacrín dedicó mucho menos tiempo a sus éxitos de siempre. No podía ser 19 de julio sin echarle la culpa al imperialismo de todos sus males. Esta vez lo matizó diciendo que los países desarrollados, especialmente Estados Unidos, están siendo severamente golpeados por el Coronavirus, porque prefirieron el capitalismo salvaje.
No mencionó las sanciones, pero por primera vez en mucho tiempo, personalizó la retórica contra Estados Unidos al decir que ojo los embajadores en Nicaragua.
Parece que Masacrín vio el documental de Expediente Público sobre la Resistencia, porque de la nada se puso a hablar que después de la Guerra Civil (él la llama intervención de Estados Unidos), «la Contra» siguió matando a compañeros del EPS y la Policía Sandinista. Como para compensar los más de mil campesinos que han matado los sandinistas desde el 90 (números conservadores, deben ser muchos más), dijo que ellos han sufrido más de 400 bajas, combatiendo a esos delincuentes y narcotraficantes. Es tan cínico, que después le mandó un saludo a los campesinos, que según él, todos son sandinistas.
El 19 de julio en números
El número más importante sobre este 19 de julio, es uno, el muchacho que mató en la Trinidad por gritar «Viva Nicaragua libre», un paramilitar sandinista de Estelí. Mientras escribía esto, me di cuenta que a un familiar del muchacho le quemaron la casa.
Mientras Daniel Ortega controle como pulperia, todas las instituciones de Nicaragua, cualquier sandinista está en la libertad de matar a quien quiera y sabe que no va a pagar por ello.
Luego hay números más superfluos, como el de los hashtags de twitter:
Pueden ver cómo se desarrolló la «batalla virtual». Para mi, lo más llamativo es que ya nadie se acuerda que el 19 de julio es sobre Somoza y más bien quisieran que nunca más se celebre, por eso el hashtag propuesto por Ciudadanos por la Libertad de #NuncaMas19deJULIO fue el más popular.
¿Y la mística revolucionaria? ¿Se hizo presente en la Plaza?
Con pandemia o sin pandemia, con seguridad o sin seguridad, el sandinismo demostró su mística, parte de la tradición revolucionaria en cada 19 de julio.
Otros compañeros, vieron frustrada su gesta revolucionaria, por los esbirros del capitalismo salvaje:
Luego está el sapito que sacaron a patadas del acto en la plaza, los compañeros paramilitares por atreverse a hablar y sacar el teléfono cuando no le tocaba.
Prix, al fin y al cabo un 19 de julio típico diría yo! Despreciable por supuesto!
#NUNCAMAS19DEJULIO #SIEMPRESERA19DEABRIL