Estados Unidos, Reino Unido y Canadá rempujan sanciones a la servidumbre de Daniel Ortega (Nicaragua aplaude quedito)

A ver, rapidito que tengo una gran porra de arroz con suerte en el fuego. Además, esto no es noticia para nadie, ya Nicaragua entera sabe (y celebró en silencio) las sanciones que le rempujaron ayer al Reino Batracio. En filita pasaron Estados Unidos, Reino Unido y Canadá a sacarle la buñiga a los sapitos de Daniel Ortega.

Solo para llevar la contabilidad, esta es la lista oficial de los que desgraciaron ayer:

Por Estados Unidos, estos son los premiados con la muerte civil:

1. La Fiscalía (el Ministerio Público de Nicaragua) o sea doble para la fiscal Ana Julia Guido.
2. José Antonio Castañeda, el sapito del INE.
3. Sadrach Zeledón, alcalde batracio de Matagalpa.
4. Leónidas Centeno, alcalde batracio de Jinotega.
5. José Adrián Chavarría, viceministro batracio de Hacienda (el que firmaba por el Ministro, porque también está sancionado).
6. Mohamed Farrara Lashtar, el sobrino de Muamar «el brocheta» Gadafi.
7. Rodolfo López Gutiérrez, gerente del CNDC.
8. Francisco Valenzuela, alcalde batracio de Estelí.
9. Salvador Mansell, el sapito de ENATREL.
10. Luis Ángel Montenegro, el superintendente batracio.

Por Reino Unido, estos son los sancionados:

1. Rosario Murillo, la Vieja Arrimada de Daniel Ortega.
2. Fidel Domínguez, el Policía más asesino de León.
3. Juan Valle Valle, otro Policía Sandinista que nadie quiere.
4. Lumberto Campbell, aprendiz de Roberto Rivas en el CSE.
5. Ana Julia Guido, la fiscal batracia.
6. Gustavo Porras, el de la chanchera.
7. Alba Luz Ramos, la nueva Payo Solis.
8. Fidel Moreno, el alcalde batracio de Managua y mano derecha de la Vieja Arrimada.

Canadá sumó 11 nuevos batracios a su colección de sancionados (algunos repetidos con Estados Unidos):

1. Alba Luz Ramos, encargada de destruir la justicia en Nicaragua.
2. Bayardo Arce, nunca insobrio.
3. Luis Ángel Montenegro, encargado de mantener a raya a los bancos.
4. Salvador Mansell, sapo de ENATREL.
5. Mohamed Lashtar, sobrino del brocheta.
6. Sadrach Zeledón, el papa de los batracios de Matagalpa.
7. Leónidas Centeno Rivera, el papa de los batracios de Jinotega.
8. Francisco Ramón Valenzuela, el papa de los batracios de Estelí.
9. José Adrián Chavarría, viceministro de Hacienda.
10. Rodolfo Francisco López, gerente de CNDC.
11. José Antonio Castañeda, el sapito del INE.

Todo eso en un día. Como les dije, en filita les cayeron, uno tras otro…

Recordemos que una sanción significa: no hay visa, cuentas congeladas, propiedades confiscadas, negocios cortados, en fin, sos un maje delincuente en esos países. Me imagino que varios de estos sapitos ni a Honduras han ido, así que ahorita deben estar diciendo «avión». Pero otros, ya la sienten. Al sobrino de Gadafi, por ejemplo, le acaban de hacer ñaña la vida. Bayardo Arce, por otro lado, ya tiene doctorados de cómo hacer para que su dinero revolucionario no sufra.

¿Qué viene después de las sanciones?

El arroz, prix. Ya solo estoy calentando unos pansitos para el respectivo bastimento.

No me pregunten si estas sanciones van a golpear en algo al Reino Batracio, que ya saben la respuesta. Así como saben que la resolución de la OEA (y la eventual expulsión de Nicaragua) no es más que gasolina para la fantasía mitológica de Daniel Ortega, donde él es el mayor enemigo de varios imperios. Esa novela, que ni Televisa haría (porque fuchi), seguirá por varios meses más, por no decir años. Tal vez cuando sea el Ejercito el sancionado, veremos movimiento. Ese día hago bistec encebollado.

Mientras tanto, seguiré comiendo arrocito con suerte.