Todos los días, cuando me despierto, le doy gracias a Dios, a la Pachamama y a las energías del universo porque no me interesan los deportes. Ya sé, ya sé que la Liga Española es lo máximo, que el Chocolatito es un buen boxeador a pesar de que sea el sapito mas verde del estanque, y que Nicaragua es la ley en base-ball – dale las gracias a los invasores yankees que te trajeron el más gringo de los deportes – . No lo tomés personal. Cada cuatro años, hago la fuerza para ver algunos partidos del Mundial de fútbol. Mi indiferencia no afecta tu entusiasmo. Simplemente, no me da el tiempo. ¡Ni para el cine y la TV me doy abasto, y eso que me gustan! Ya impuse una moratoria sobre las 20 series de Marvel, la Guerra de las Galaxias y Juego de Tronos, que van a estrenar cualquier día de estos.
Eventos que demandan atención…
Pero a veces pasa algo que me llama la atención y me hace lamentar mi ignorancia. Me gustaría seguir el deporte lo suficiente como para entender que esta sucediendo. En realidad, no suelen ser cosas que pasan dentro de la cancha, sino afuera. Digamos que son adyacentes al deporte. Afortunadamente, las redes sociales y algunos medios serios se encargan de ponerme al día. Por ejemplo, el pasado martes 31 de enero, en algún lugar de la ciudad de León, pasó esto:
Podés leer la noticia de La Prensa aquí, pasó esto: Izayra Valle, la esposa del ex-jugador de Grandes Ligas, Vicente Padilla, agarró a adoquinazos a una Lexus. No sabemos qué le hizo la camioneta a Izayra, pero alguien filmó el evento y lo compartió en las redes sociales. Eso no es una sorpresa. Ahora que todo el mundo tiene cámara y teléfono a mano, cualquier cosa que pase en la vía pública corre peligro de convertirse en «contenido»…especialmente algo tan dramático como una mujer usando una reliquia de ingeniería somocista para ejecutar un proyecto personal de demolición vehicular. Descansa en paz, camioneta. Pérdida total. Ojalá haya estado asegurada.
La trama se complica…
Bueno, parece que la camioneta ERA de Vicente Padilla. A pues no hay falla. Con la pensión de las Grandes Ligas se la repone. El problema viene cuando la gente bandida que ve el video empieza mandarle opiniones negativas e insultos a Valle y sus hijos. ¿Acaso son parientes de la camioneta? El bullying llega a tal punto, que Izayra sintió la necesidad de hablar con los medios para explicar la situación. Aquí esta el video compartido por Trinchera de la Noticia. El «camioneticidio» alterna con la declaración posterior de Valle. La edición es de Trinchera, no de ella.
La pelota en la cancha de la Fiscalía
«Lamentablemente, a veces hay hechos que se salen de control», dice Izayra. ¡Ni que lo digas, amiga! Tengo tantas preguntas…pero no vienen al caso. En realidad, lo que pasó es entre Izayra, Padilla y el mecánico que va a hacer su agosto. En lo que nos compete a nosotros, el triste episodio queda en segundo plano, ante la revelación de que ella fue a la Fiscalía a poner una denuncia por acoso cibernético. Está en su derecho. El problema es que no es cualquier Fiscalía de un país democrático y funcional, sino uno de los brazos (i)legales de la dictadura Ortega Murillo, que se ha especializado en manipular la función legislativa para sus fines nefastos. En su búsqueda de justicia, la modelo dejó a las redes sociales servidas en bandeja, para que el Comandante se las coma como bolsa de Doritos mientras se lanza en maratón la primera temporada de «Bridgerton».
¿Qué les puedo decir? El hombre gravita hacia la juventud…
El «tridente legal» de la dictadura
Les explicó. Hacia finales del año pasado, los toma-tierras / toma-casas / toma-países que habitan en El Carmen, accionaron los hilos de sus marionetas en la Asamblea Nacional para promulgar un trío de leyes que suenan justicieras pero que en realidad son malévolas. Son la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros, la Ley Especial de Ciber Delitos, y una reforma constitucional para instaurar la cadena perpetua por crímenes de odio. Han sido bautizadas como el «tridente punitivo» de la dictadura por los colegas de Confidencial. Bonito nombre para esos adefesios jurídicos. Si les recuerda al instrumento de granja favorito del Diablo, créanme, no es una coincidencia.
El estilacho de la dictadura es navegar con la apariencia de legalidad, para poder aplicar la carta de «negación plausible» cuando se les reclama por sus desmanes. Por ejemplo, los nicas decentes y la comunidad internacional esperan que la oposición se articule para participar en las elecciones, pero no terminan de hacerlo. «¡No es culpa nuestra! ¡Es que no salen de su casa a hacer el trabajo!», dicen los dictadores. Mientras, tanto, en las casas de los líderes de la oposición…
…ahí están «los azules» que tanto hacen suspirar a la Chayo, ilegalmente reteniendo a la gente en sus casas. ¿El fraude de las elecciones pasadas? No hay fraude – dicen – porque compitieron partidos de oposición, y el Consejo Supremo Electoral avaló los resultados. Claro, nosotros sabemos que esos partidos son puro zancudero, y el CSJ está lleno de lugartenientes del FSLN y discípulos de Roberto José, listos para venderse al mejor postor. Pero ellos pueden alegar que hay «oposición» y «poderes independientes».
Estas leyes son piezas de ese juego. Están tan mal escritas que harían sonrojar a «David», mi compañerito de la Facultad de Derecho que solo se copiaba. Pero la calidad del texto y su solidez jurídica no son lo importante. Lo importante es que existan como «Leyes» y que sean los suficientemente vagas como para que los dictadores las apliquen a cómo les dé la gana. Y si alguien les reclama, tienen la defensa de que «solo estamos aplicando la ley».
El «evento detonante legítimo»
Otra maniobra tiene que ver con usar un «evento detonante legítimo» para justificar sus zarpazos. Por ejemplo, en septiembre del año pasado, el país entero se conmocionó ante el brutal asesinato de dos niñas en Mulukuku. Existe legislación para tratar esos crímenes, pero la dictadura aprovechó para justificar con ese delito la promulgación de la «cadena perpetua para crímenes de odio». Chocante ironía, considerando que ellos mismos presidieron sobre el asesinato de casi 20 menores de edad durante la represión a la Rebelión de Abril. Si ya se les olvidó lo que pasó con Alvarito Conrado, Teyler Lorío, y los hermanitos Pavón Raudez, aquí tienen, para refrescar la memoria.
Empezamos con la telenovela de Padilla, y ahora estamos con una tragedia de la vida real. Pero así es la vida de los nicaragüenses ahora. Por mucho que queramos escapar de la realidad para poder seguir viviendo, ahí están los efectos de la brutalidad de la dictadura. Por mucho que quieran que los olvidemos, no hay que hacerlo. Hay que recordar, aunque duela.
La hora de las redes
El «camionetazo» puede parecer trama de «Mujer, Casos de La Vida Real», tanto así, que Silvia Pinal ya debe estar buscando la información de contacto de Izayra, para comprar los derechos de su historia y hacer un episodio especial. Pero igual, es una oportunidad de oro para que el régimen saque la Ley Mordaza de la gaveta y la aplique a diestra y siniestra.
La «Ley Mordaza» tiene 48 artículos cuya calidad no viene al caso. Todos sabemos que si dictadura quiere bloquear las redes, solo tiene que pedirle asesoría técnica a Venezuela, Cuba, China, Corea del Norte y la Unión Soviética. Después de todo, estas naciones «hermanas» son pioneras en la obstrucción de la tecnología y la información. Vean lo que dice el periodista cubano Abraham Jiménez Enoa, quien en los últimos meses, ha sufrido intenso asedio por parte del régimen de la isla.
Ya ven, no solo te pueden cortar el «Feis». Si les ronca la carabina, ponen el switch del internet en «off». Por lo menos un ratito, para que sintás el ácido. ¿Y adonde te vas a ir a quejar? ¿A Telcor? Pues, fíjate que la flamante directora del ente regulador de las telecomunicaciones es Nahima Diaz, cuya principal calificación técnica es ser hija De Francisco Díaz, Jefe de la Policía Nacional, consuegro de los dictadores, y flamante sancionado a nivel internacional.
Adiós, con ley y orden
¿Vienen los usuarios, los «influencers», los «gamers», el COSEP, la comunidad internacional y la Anabel Galeano a reclamar porque no hay internet? «¡Pero si solo estamos aplicando la Ley! ¡Vino la Compañera Izayra a pedir justiciar porque la estaban troleando!» . Y así funciona la cosa. Que les quede de lección: si alguna vez sienten la imperiosa necesidad de agarrar a adoquinazos un carro, espérense a que esté parqueado dentro de un garaje, donde nadie los vea…y ahí denle con todo. Si alguien los graba, después la dictadura va a encontrar la manera de usarlo contra todo el país. Ahora, compartan rápido este artículo, antes de que nos apaguen el internet.
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