Ustedes no lo saben, pero este abril del 2022 celebramos en Nicaragua 4 años del evento cultural más épico en la historia del teatro. Mi niño interno nunca me ha permitido decir «dramaturgo» sin que se me escape una risa a lo Beavis and Butthead, pero hoy voy a hacer una excepción. Por el arte, por la patria y por la Vieja Arrimada, madre de todos los nicaragüenses (de sangre no caliente).
Como yo conozco bien al sebo de mi ganado (son 4 vaquitas flacas, no es gran reto), sé que ahorita están haciendo cara de haber probado leche agria, la que no se come con tortilla. Como dicen los franceses «don’t preocup» vamos a darles a continuación, el acostumbrado recorrido aclaratorio.
Rosario Murillo es un purgante
¿Queres o no queres entender de qué estamos hablando? Bueno, pues toca tomarse el purgante. Más bien agradecé que la dosis es mínima, porque de un video que dura originalmente media hora, solo vas a ver un minuto. Para que vos te des ese lujo ¿Estás claro que «alguien» (Johnny Canales) se tuvo que rempujar 30 minutos de Vieja Arrimada?
No se merecen tanto sacrificio, bola de ingratos.
Entonces abril 2018 fue una obra teatral
Para Rosario Murillo, la vieja arrimada de Daniel Ortega, lo que ocurrió en el 2018 en Nicaragua, no fue más que una obra teatral. Las tomas de universidades, los tranques que paralizaron el país, las marchas de miles y miles, todo fue en realidad una escenografía bien montada.
Yo sé, yo sé. Ahorita vos estas diciendo «te pica el costroso vieja arrimada, yo estuve ahí, lo vi con mis propios ojos». Pero no, ese es precisamente el efecto de una obra teatral bien montada, envuelve tus sentidos y los manipula.
Este video que filmé yo mismo en mayo del 2018, en vivo desde una de tantas marchas, donde se puede apreciar que habían decenas de miles de personas…
Sí, ese, en realidad es una coreografía bien montada. Y cuando digo «bien montada», lo digo con énfasis en bien. Porque si en los premios Tony (como los Oscar, pero sin tanto drama) le dan estatuas de oro laminado a unos gatos que «apenas» logran montar coreografías de 10, 15, 20 personas (a lo mucho), en Nicaragua pasamos casi un año, montando semanalmente (a veces más de una vez a la semana), verdaderas historias épicas. Con miles y miles de actores, sin guión, ni director, ni coreógrafo. Todo espontaneo y libre, tipo improv performance.
Aquel dicho de que Nicaragua está llena de poetas, se quedó charquito. En realidad, Nicaragua está llena de poetas, actores y dramaturgos. Esta foto lo dice todo:
Quiero ver a los gatos de Cats haciendo algo así de épico en su tal Broadway. Metrocentro es el nuevo epicentro del Teatro internacional.
La obra teatral que conquistó al mundo
La Vieja Arrimada dice que el mundo se confundió cuando vio la obra de teatro que montamos los nicaragüenses en el 2018. Si tomamos como referencia la última sesión en las Naciones Unidas donde se habló sobre la «situación» de Nicaragua, podemos reafirmar que la geografía batracia es diferente a la geografía del mundo real:
Porque donde Murillo ve «el mundo», yo solo veo 7 países 6 países (es que Honduras se retractó al día siguiente). Es más, Taiwan (que pasó disparando millones de dólares por más de 10 años a Masacrín), si pudiera votar, se sumaría a la lista de los en contra de Daniel Ortega, así que ¿Qué mundo estás viendo vos, Vieja Arrimada?
Rosario Murillo tiene razón en una cosa
Hay algo que dijo la Vieja Arrimada en ese video purgante de 1 minuto, en lo que sí tiene mucha razón. Los nicaraguenses aborrecemos lo que sucedió en abril del 2018 y queremos que no vuelva a suceder nunca. Obviamente no me refiero a las marchas o a las otras formas de protesta pacífica que vimos con nuestros propios ojos (muchos incluso participamos). Eso fue bello y algún día lo vamos a poder repetir.
No. Estamos hablando de la represión, la violencia, los paramilitares, los asesinatos. Eso, que sea última vez.
Yo sé. Después de los Somoza, dijimos lo mismo y henos aquí. Pero recordemos, la insurrección del 79 fue armada, por eso después vino la guerra civil. En el 2018 (y hasta la fecha), Nicaragua se mantiene firme en su deseo de paz. Es frustrante, porque los sandinistas no andan con esas nimiedades, pero en verdad creo que es una inversión para no volver a cometer los errores del pasado.
En otras palabras, más teatro y menos guerra. Así es que vamos a salir de Daniel Ortega y su familia. No me aguanto las ganas de actuar en ese premier.
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