Análisis del robo de INCAE y la solución menos violenta para salir de los Ortega Murillo

Análisis del robo de INCAE y la solución menos violenta para salir de los Ortega Murillo

Hace unas semanas se robaron la UCA. Ayer se robaron INCAE. Y así se van a seguir «yendo» todas las cosas de valor que tiene Nicaragua. Por un lado, porque así son los sandinistas, perros a la piñata. Pero por otro, y quizás más importante, porque para que Daniel «El Masacrador de niños» Ortega pueda heredar la finca a su mujer, necesita crear «las condiciones».

Rosario Murillo es un ser despreciable, según su familia

Todos en Nicaragua saben que la Vieja Arrimada es invivible. Rosario Murillo es tan despreciable, que hasta en su familia la odian. Oigan esta estadística reciente: 79 de sus 86 hijos dicen que la odian con una pasión que solo en las novelas Televisa es concebible. Los otros 7 simplemente no la soportan. Las nueras (y nueros) dicen que prefieren dormir una noche en el mismo cuarto con Masacrín, que aguantar 10 minutos el tufo a aguas negras del Oriental, que sale de la boca de la suegra.

Este hermoso cuadro que estoy pintando, les sirve para entender el tamaño reto que tienen planteado los Ortega Murillo (y especialmente Daniel Ortega), para cumplir con la misión revolucionaria sandinista de convertir Nicaragua en una monarquía como los Somoza nunca pudieron.

En la misma Corte Real, todos saben que el payaso (Julio Aviles) y el mago (Gustavo Porras), una vez muerto el Rey, tiran la Reina a los leones. Y esos son los más leales. No se diga los Chacales como Wilfredo Navarro, quien hasta hace muy poco daba la vida por Arnoldo Alemán.

Hay que hacer camita para que Rosario Murillo sea presidenta

La estrategia de los sandinistas, es decir, de los Ortega Murillo, para mantener la vida revolucionaria que llevan ahora (una vez Daniel Ortega ya no pueda salir del sarcófago), es crear las condiciones socio-políticas para que Rosario Murillo sea presidenta. Eso no es fácil. Primero hay que destruir cualquier posibilidad a unas elecciones verdaderas…

Check!

Luego, arrasar con cualquier espacio, rincón, esquina o cuneta, que pueda oponer resistencia a la coronación revolucionaria de Rosario Primera, la Arrimada. Ese proceso lo vemos en tiempo real, todos los días. Se han ido en ese saco miles de ONGs, todos los Medios de Comunicación, las Universidades, Parroquias con todo y padrecitos. Pronto van a ser hospitales, corporaciones y así, hasta que no quede nada, ni nadie que pueda decir pio. Eso incluye, obviamente negocios y empleados de los mismos sandinistas.

Nadie está seguro en Nicaragua, ni el más arrastrado danielista

Este tweet se ha convertido en mi respuesta genérica cuando alguien me quiere hablar sobre la situación de Nicaragua:

Pues sí, ahorita puede ser que si no decís nada malo sobre el Comandante (lo que las leyes consideran «traición a la patria»), te dejen vivir ahí en su finca. Pero va a llegar el día, cuando ellos mismos digan «es mejor prevenir que lamentar», y juas! Te cae la Policía, la DGI, o bien, Migración no te deja entrar o salir de Nicaragua. Ese día viene.

Si donan algo, yo les doy la solución

Pero hay una solución. De hecho, hay varias, pero una es la menos violenta. Porque nadie quiere volver a ver a los paramilitares de Daniel Ortega en la esquina de su casa.

La solución menos violenta es la de la implosión. Que de los más profundo de la finca Ortega Murillo, los empleados dejen todo tirado y se declaren en rebeldía. Que los más de 100 mil empleados del Estado, digan «hasta aquí».

A diferencia de las monarquías verdaderas, donde los súbditos creían que el Rey era intocable porque el preferido del mismísimo Dios, los sandinistas saben que no hay una fuerza sobrenatural que proteja al Comandante, a la Compañera o a la marimba de hijos ministros y consejeros.

Si ellos quisieran acabar con todo este martirio para Nicaragua, sin (mucho) derramamiento de sangre, lo podrían hacer.

Vos porque no sabes lo que es perder un trabajo

Cuando digo estas cosas en Twitter, siempre me salen unos más sensibles que yo, reclamando que yo muy tranquilo recomiendo eso porque estoy largo y no vivo de un salario del Estado. Tienen razón. Pero ¿Les recuerdo por qué estoy largo?

No me gusta ponerme plan víctima pero… yo dejé tirada mi vida en Nicaragua, por culpa de Daniel Ortega. Me quitaron desde la nacionalidad, hasta los 3 pesitos que tenía en la veintiúnica cuenta de banco que me quedaba. Decir que no entiendo el sufrimiento de alguien que va a perder su trabajo, me suena a «First World Problems». Ya quisiera yo que mi mayor problema fuera perder un trabajo.

Pero no. No nos vamos a poner a medir quien sufre más. Porque entonces va a venir el tío Carlos Pellas y va a decir que sus mil millones de dólares duelen más que mis 3 pesos y que por eso pasó 15 años empiernado con el Comandante.

En Nicaragua hay sufrimiento hasta para tirar para arriba. Y los causantes, son contados con los dedos de tus manos, mis manos y talvez un pie.

Por otro lado, yo sé que la factibilidad de lograr un paro estatal masivo es mínima en un país donde nadie se pone de acuerdo ni siquiera en cuál es el bastimento oficial del nacatamal. Yo mismo, cada vez que hablo con alguien que sigue trabajando en el Estado y que odia todo lo que huele a sandinista, llego a la misma conclusión. Pero eso no quita que siga siendo la solución menos violenta.

La implosión de los revolucionarios de verdad

Y si el ejército de empleados estatales se rebela y deja expuesta a la Familia Real. ¿Los sandinistas guerrilleros paramilitares fieles al Comandante no van a defender a los Ortega Murillo?

Me gustaría pensar que no. Primero, porque muchos de ellos en el 2018 vieron como sus hijos fueron masacrados en el nombre del Comandante. Y segundo porque… ¡Hombre! Si los Somoza eran un cáncer que se tenía que extirpar porque eran dinastía. ¿Una monarquía qué es?