Para que, en todo el planeta, nadie quiere más a su país que los nicas. Casi que nos ponemos el gentilicio de apellido. Cuando vas de viaje, no te has montado en el avión, el barco, el bus o la espalda del coyote y ya se te ponen los ojos llorosos. En el exterior, le decimos a la gente que somos nicaragüenses aunque no nos pregunten – y nos extrañamos cuando no nos felicitan.
¿Acaso existe una canción que se llame «Costa Rica, Costa Riquita»?
¿No?
¡Jaque mate, ticos!
Hay gente que te la gana
Sin embargo, no debemos felicitarnos mucho a nosotros mismos por querer a Nicaragua. En realidad, no tuvimos otra opción. Dios, la casualidad o el sistema que reparte almas en la película «Soul» nos hizo nacer en este territorio en forma de triángulo, de 130,494 kilómetros cuadrados, bañado por las aguas de los mares pacífico y Atlántico – ¡un saludo a la profe Maria Luisa!
Y aquí es donde voy a decirte una de esas verdades que mueven el piso. Puede ser que el Flor de Caña y la Toña sean tu padre y tu madre, pero hay una gente que quiere a Nicaragua tanto o más que vos.
Así como lo oís.
¿Quienes son esos majes?
Pues, son hombres y mujeres que un día vinieron de viaje, y cuando llegaron, se sintieron en su casa. O mejor que en su casa.
Quizás son de los «internacionalistas» que arribaron en los 80, atraídos por el ideal de la revolución. Quizás vinieron después, como misioneros, o en el Cuerpo de Paz. O se enamoraron de algún «talento local» y dijeron, «con esta persona quiero hacer una vida y mezclar mi material genético» – ¡Imagínate, tienen hijos nicas! Tan nicas como vos.
O quizás son jubilados persuadidos por la propaganda que promueve al país como un lugar donde las pensiones del primer mundo rinden más.
Es difícil saber exactamente cuántos son. Llamé al Instituto Nicaragüense de Estadísticas y Censos (INEC) y solo pudieron decirme «¡Daniel se queda!».
Busqué la información en la página web del Instituto Nicaragüense de Información para el Desarrollo (INIDE) y me salió esto:
OK, es imposible saber cuántos son. Pero ponete a pensar que son personas que vieron Nicaragua tal como era, con sus luces y sus sombras, sus paisajes y su pobreza, su historia de guerra y violencia, y dijeron….»es aquí donde quiero estar».
Y eso que algunos – quizás la mayoría – vienen de países con democracias funcionales, seguridad social eficiente, altos índices de educación, paz, oportunidades de estudiar y trabajar…todas esas cosas que existen en los países desarrollados… …precisamente las cosas que los nicas que emigran buscan. Casi que les dicen «Chele, venís contra la vía».
Entra por la izquierda la Compañera
Año nuevo, nuevas oportunidades de atormentar a gente inocente. Según este reporte de Confidencial, numerosos extranjeros residentes en el país recibieron en el mes de Enero 2021, citatorias para presentarse al Ministerio de Gobernación.
Suena como algo normal. Hasta que llegan a la cita en la que les retienen el carnet de residencia y los regañan por «opinar de política» en las redes sociales. Algunos reportan que deben volver cada dos semanas «a reportarse», otros cada tres, otros mensualmente.
En algunos casos, llaman a hijos, «para amenazarlos con que su familiar sería deportado ‘si no bajaba el gas'». «Se parece a las prácticas del fascismo en Europa», dijo uno de los afectados. «¡Gracias!», dice la Compañera.
El abogado del diablo
«¿Quién los manda a opinar en los asuntos de los nicas?» – dice el Sapito Infiltrado, que tiene la tarea de leer todo lo que escribimos en Bacanalnica (todos los demás sapitos le tienen envidia).
Mirá, sapito, la cosa es que así funciona la libertad. Se vale opinar, de lo que uno quiera, y donde uno quiera. Claro, para vos eso eso raro, porque la Patrona te fulmina con el rayo solidario si decís cualquier cosa que no sea «Gracias al Comandante y la Compañera».
Este es un ladrillo más en la pared que la dictadura construye para establecer un control total sobre el país, y toda la gente que habita en él. Algunos residentes nos han compartido que funcionarios de gobernación los han confrontado con copias de sus declaraciones compartidas en redes sociales.
Por ejemplo este reporte anónimo, que nos llegó por WhatsApp:
Acabo de recibir cuento de primera mano sobre esto. La citaron para decirle que ahora cada 3 meses tiene que renovar su residencia (en lugar de cada año o cada 5). Presentarse para dar fe de su dirección. Que tienen pruebas ahí que anda confabulando contra el gobierno (era un poliSilla de azul en la entrevista, o sea no de migracion). Ahí con un montón de papeles pero nunca enseñó nada. Se dieron un rifi y rafa porque el poliSilla amenazando a su familia, alterado el tipo se levantó gritando diciendo que este año todos esos hps extranjeros se iban a dar cuenta quien era el Comandante y la Compañera.
Después le tiró sus papeles al piso y la mandó a la mierda de la oficina:
Extranjero residente en Nicaragua
“Tenemos pruebas de todo, tenemos gente en todo lado” le decía el poliSilla
Los peores temores de tu primo paranoico son ciertos: hay sapitos asignados a «peinar» las redes en busca de opiniones contra el gobierno. Al menos en lo que a residentes extranjeros se refiere. Eso de mantener a la gente vigilada tipo «Alemania del Este antes de la caída del muro» es el sueño de toda una vida del Comandante. Cuando vio «La Vida de los Otros», creyó que era comedia romántica.
Esto no puede ser legal…
No es legal. Primero, toma en cuenta lo que dice la Ley 761, «Ley General de Migración y Extranjería», en su artículo 11:
«En Nicaragua las personas extranjeras gozan de los mismos derechos y garantías individuales y sociales reconocidas para los nicaragüenses en la Constitución Política, los instrumentos internacionales de derechos humanos y en materia migratoria debidamente ratificados por Nicaragua…
Ley 761, Titulo 4, artículo 11
Ya. Los extranjeros tienen los mismos derechos que los nicaragüenses, como el derecho a la libertad de expresión.
Pero claro, ya sabemos como respeta la dictadura los derechos…
Bueno, hasta ahí llegan los «derechos». Ya van tres veces en el mes que allanan ilegalmente la casa de Aníbal Toruño, director de Radio Darío.
Más adelante en la Ley 761, encontramos uno de esos artículos nebulosos que la dictadura interpreta a gusto y antojo…
La Dirección General de Migración y Extranjería podrá cancelar o revocar la permanencia en el país, a un no residente o residente cuando:…
3) Participe en la política nacional.
Ley 761, Capítulo IV, Artículo 38
¿Ni corras que estas «out»?
Falso.
En ningún lugar se explica el alcance de «Participe en la política nacional». Créanme, ninguna interpretación medianamente inteligente incluiría «hablar mal del Comandante». Igual, ya sabemos lo que la dictadura le hace a los que quieren participar en la política nacional como oposición…
Ciudadanos con partida de nacimiento, extranjeros residentes o turistas despistados….nadie esta seguro bajo una dictadura. Mis queridos «nicas por decisión propia», no saben cuánto siento que estén pasando por esto. Véanlo de esta manera: son tan nicas, que la dictadura los está persiguiendo. Será otra cuenta pendiente que vamos a anotar en la Contabilidad de la Justicia, que algún día podremos cancelar.
No todos los extranjeros son iguales
Pero claro, no todos los residentes son iguales. Estoy seguro que a Paul Oquist no lo hacen ir a una sesión personal de intimidación política.
Y por Mauricio Funes ni se preocupen. Ese ya tiene ciudadanía. Si hubiera elecciones primarias en el FSLN, le pelearía la candidatura de Vice Presidente a Gustavo Leytón y a la mismísima Compañera Rosario.
De despedida le mandamos un saludo fraterno al primo Abecedario, donde quiera que esté. Lean su carta de amor a Nicaragua para entender mejor a esta gente que quiere a Nicaragua tanto como nosotros:
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