Hablando de los premios Oscar, uno de esos trabajos poco reconocidos en el mundo del cine, es el del supervisor del guión. Este señor es el encargado (entre otras cosas) de llevar un registro de todos los detalles de la grabación que unen una escena con otra. Porque, como seguro ya sabes porque sos experto gracias a la cachetada del Principe del Rap, las películas se hacen de pedacito en pedacito, y luego se unen con teipa en el cuartito de edición.
Para que nos entendamos, de experto a experto, el supervisor del guión es el culpable cuando un personaje de pronto aparece renqueando de la pierna de derecha y en la escena siguiente renquea de la izquierda.
En Star Wars, por ejemplo, este maje se ganó los reales fresco:
Es un trabajo poco conocido pero importante, ya que el director no tiene cabeza para estar en todo y a menudo filma escenas que no tienen que ver una con otra.
Tío Bacanalnica, por qué nos estas hablando de esto ¿Te dieron trabajo en Hollywood?
No prix, yo con mi retentiva de gallina y mi dislexia no diagnosticada, duraría 15 minutos en ese pegue. Lo menciono porque veo una oportunidad de negocio interesante para los sapitos que tanto aman a su Comandante Masacrín, pero que no encuentran una forma no-sexual de expresarle todo ese amor.
¿Se han fijado como es común en el Reino Batracio, que un día digan una cosa y al día siguiente se contradigan por completo diciendo lo opuesto, sin dar ninguna explicación? Pasa todo el tiempo, seguro lo han notado.
Usemos un ejemplo reciente. Cuando Arturo McFields declaró ante el consejo de la OEA que Daniel «El Masacrador de niños» Ortega era un dictador, los batracios regaron la bola inmediatamente que McFields no era embajador de Nicaragua ante la OEA.
Esto en sí mismo fue una contradicción, pues había documentación, fotos y videos que demostraban de sobra que McFields era en efecto el matriculado en la OEA como representante de Nicaragua.
Pero bueno, ignoremos este pequeño detalle, veamos lo que pasó al día siguiente de que lo negaran en público:
¿WTF Masacrín, cómo destituis a alguien que según vos no ocupa ese cargo? Clase color… ¿Qué clase de operación manejan desde El Carmen?
Y conste que no estoy incluyendo el típico «firmar me harás, cumplir jamás», slogan no oficial de Daniel Ortega desde los años 70.
Contradicciones y más contradicciones en el gobierno de Daniel Ortega
Es un verdadero despelote. Daniel Ortega ha convertido en deporte el contradecirse de un día para otro, y de plano que se merece varías medallas olímpicas.
Le da medalla a un representante de la Cruz Roja, y unos diitas después, corre del país al representante de la Cruz Roja en Nicaragua.
Nombra embajador ante la ONU a Orlando Tardencilla, y en menos de una semana, lo corre del cargo. Igual en Cuba, en Honduras, en fin… más se tardan en empacar, que lo que se tarda Masacrín en recular.
Promulga leyes para echar presos a todos sus enemigos y luego sus empleados (jueces y fiscales) ni las leen, y a la sumba marumba condenan por ciberdelito a unos señores que ni Twitter o Facebook tienen.
El colmo es que hemos visto cómo Daniel Ortega, en un mismo discurso, primero condena la naturaleza imperial de Estados Unidos, para luego derretirse en halagos porque Putin está invadiendo Ucrania.
En el gobierno sandinista no hay consistencia, es como esos cachinflines que vuelan en todas las direcciones, a la loca.
El premio a la mayor cantidad de errores de continuidad va para…
Si los Oscar tuvieron un premio para los supervisores de guión, el premio opuesto (los Razzies) estaría asegurado para el gobierno chanfaina de Daniel Ortega. Sería ganador indiscutible, por más de 10 años y contando. Es más, sería de esos premios que terminan por adoptar el nombre del maestro que perfeccionó la técnica. Es decir, se llamaría el Premio Daniel Ortega, para esas escenas que se contradicen tanto que terminan por destruir la trama.
Nuestra desgracia es que como además de inepto. Ortega es asesino, ladrón y violador, estas cosas ni las tomamos en cuenta.
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