Yo solía pensar que en Twitter solo existían tres tipos de personas: los troles billonarios como Elon Musk, los tankies como nuestros queridos acompañantes electorales, y los periodistas de verdad, quienes utilizan Twitter para estar al tanto de noticias en tiempo real.
Resulta que estaba equivocado y que había estado viviendo debajo de una piedra desde hace más de una década. En Twitter hay de todo, mea culpa. Es más, hasta abrí una cuenta para adaptarme a los tiempos.
En los Estados Unidos, el expresidente Obama fue el primero en adoptar las redes sociales durante su administración. Luego salió Donald Trump, adicto a Twitter y quien, de alguna manera, nos bendijo con aquel famoso tweet que incluyó el término «covfefe».
Hasta la fecha, nadie tiene ni la menor idea de qué significan esas siete letras, y aunque el tweet no tenga importancia política, será estudiado por mucho tiempo como una de las tantas ocurrencias de uno de los presidentes más peculiares de Estados Unidos.
Un tweet que sí tiene un poquito de relevancia política, sin embargo, es el que hizo hoy Mauricio Funes, expresidente de El Salvador y prófugo de la justicia, refugiado como sugar-baby de Daniel Ortega en el Reino Batracio (o Nicaragua bajo ocupación militar por la dictadura Ortega-Murillo, para los lectores que nos leen desde afuera del paisito).
¿Y la institucionalidad democrática en Nicaragua, don Funes? Pregúntese usted, ¿qué porcentaje de los diputados en nuestra Asamblea Nacional le pertenecen al Orteguismo?
No se moleste, aquí nomas se lo digo:
Controla el 82%, contando solo la bancada del FSLN. Si le sumamos los diputados de partidos zancudos, esa cifra sube a 100%.
¿Para cuándo esa marcha en Nicaragua, expresidente?
Tal vez le acepten la cédula nicaragüense en la policía cuando llegue a pedir permiso, pero quien sabe.
Lo qué pasa es qué el expresidente
Funesto vive en la munda del violin Ortega y la violina Chamuca