Cuando vos alquilas una casa, sabes que tus inquilinos van a decorarla a como ellos les gusta. Si tenes suerte, y te toca gente decente, van a tener cuidado en no «deteriorar» mucho la propiedad y al final de su contrato de renta, van a tapar, pintar y componer cualquier imperfección que hayan podido causar. Si no, para eso está el depósito que te dieron por adelantado.
Los sandinistas son diferentes. De hecho, los sandinistas no entienden el concepto de «alquilar». Para ellos alquilar es lo que nosotros llamamos «piñatear». Es decir, se meten a vivir en una propiedad ajena, no la compran, pero pretenden quedarse a vivir ahí hasta el final de sus días. ¿Quién paga? A ellos que les importa, ellos son sandinistas revolucionarios. Y si su Comandante se pudo «quedar» con la mitad de El Carmen haciéndose el loco, pues ellos pueden hacer lo mismo con tu propiedad.
Mi querida abuela, Virginia Tablada, pasó más de 20 años tratando de recuperar su casa en Boaco. Unos compañeros muy revolucionarios se enrancharon en su casa y dijeron «no», a la devolución. Al final (ya con los días contados), se tuvo que conformar con unos bonos que no reflejaban el valor de su casa. Porque ese es otro tema, los sandinistas, cuando se ven en la sin salida, lo que hacen es pasar una ley, para legalizar la robadera revolucionaria y que sea el Estado (o sea tus y mis impuestos) los que carguen con la cuenta.
Los sandinistas trataron de piñatearse Nicaragua
Hago esta introducción porque de nuevo, los sandinistas, creen que se van a piñatear Nicaragua. En los años 80 ellos estaban convencidos que habían llegado para quedarse. Creían que al igual que Fidel Castro en Cuba, ya nunca más nadie iba a ocupar la misma casa. Ilusos, porque no habían cumplido ni 2 años en la casa y ya tenían encima una guerra civil.
Casi 10 años en guerra y represión de todo tipo a lo interno, pero ellos juraban que iban a ganar las elecciones del 90.
¿Qué pasa cuando un sandinista devuelve la casa piñateada? No sabemos, nunca ha sucedido. Pero en el caso de Nicaragua, sí tuvieron que irse muy a la v$%#.
Como los piñateros no pagan alquiler, mucho menos dejan depósito, la reparación de las «imperfecciones» nos tocó pagarlas a todos y nos ha tomado décadas. De hecho, en esas estábamos cuando, yo no sé por qué, a los nicas nos dio por darle una segunda oportunidad al inquilino que casi nos dejó sin casa.
Los sandinistas otra vez se quieren piñatear Nicaragua
Empezaron poniendo árboles de navidad en todas las rotondas, todo el año (no solo en diciembre). Después los árboles de la vida, los letreros, los monumentos. Otra vez están remodelando la casa, como que si nunca se van a ir. El último ejemplo es el cerro Motastepe. De nuevo pusieron la marca de la empresa familiar de los Ortega Murillo:
Ya se les olvidó que toda esa ñaña va directo a la basura, cuando desocupan la casa. Arnoldo Alemán (otro inquilino que tuvimos) se dio gusta limpiando toda esa chanchada cuando empezó su contrato.
Así que disfrutenlo mientras puedan, es decir, mientras no los corramos. Tomenle muchas fotos. Que ni señas van a quedar de todo eso, en la nueva Nicaragua libre. Preguntale a Somoza…
Mientras tanto, nosotros ya estamos dándole vuelta a algunas ideas de la inminente remodelación…
Buen artículo Manuel, no sabía del letrero de Somoza, y no es que a los nicas nos dió por darle una segunda oportunidad al Moclin, sino que Chanchoman le dió la oportunidad.