Uno de nuestro cuatro lectores nos envió una carta abierta, de esas que se publican en medios serios, pero como es para el viejito del Minsa que es todo, menos serio, seguró pensó que lo más adecuado era publicarla aquí en Bacanalnica.
No le voy a agregar, ni quitar nada, va sin censura y sin recortes. Aquí les va…
Los anuncios del viejito del Minsa cada semana
Cada semana ponen a un señor ya conocido por todos a dar las estadísticas, los números sobre la Pandemia en nuestro país. Cada semana las personas afectadas o fallecidas por el virus se vuelven números y a todas luces lejos de la realidad que vivimos a diario y no digamos en todo el país, sino en nuestro entorno con familiares y amigos.
Tenemos tantos (menciona una cantidad) en cuidado cariñoso y responsable. Pero no menciona la angustia, los temores y tragedias que causa el virus en la persona y la familia.
De tanto verlo y con tantas apariciones ya me resulta hasta paternal. Si una señora dijo que era la madre de los nicaragüenses, este señor debe de ser el abuelo de los nicaragüenses.
Lo curioso e inexplicable de las estadísticas que lee cada semana es que son a nivel nacional y en lo personal, me resulta imposible que yo haya conocido a más del diez por ciento de los fallecidos que él menciona. Porque según mis datos, y lo llevo registrado con nombres, son ya 25 personas que yo sé que fallecieron a causa del virus. Por favor, si alguien sabe de estadísticas, que me explique cómo es posible que yo haya conocido esa cantidad de personas en todo el país.
Los otros fallecidos son a causa de infartos, neumonías bacterianas, insuficiencia renal, etc. Pero la pregunta es..y si no hubiesen sido infectadas por el virus? Si tomamos come referencia la deducción que ellos hacen en relación a las muertes, entonces no es cierto lo que dice la Policía cuando reporta tantos muertos por accidentes de tránsito, porque esas personas murieron por hemorragias, traumas craneales, desprendimiento del bazo y demás causas y no porque se dieron vuelta en el carro o el de la moto se estrelló en un poste.
En la reciente lectura que hizo dijo que en la última semana falleció solamente una persona a causa del virus (ya van varios meses que solo fallece una persona a la semana). El fin de semana pasado tuvimos la pérdida de un amigo, de una tía abuela, de la mamá de una amiga. Solo allí tenemos tres. No sé a cuál de ellos habrá escogido para mencionarlo como un número más.
En una entrevista que le hicieron en un canal de televisión oficialista, dijo que “tratemos de vivir de la manera más normal posible”. Bueno, depende de que signifique “normal”. Creo que normal para todos es la exposición diaria que tenemos porque hay que ir a rebuscarse la vida. El vendedor callejero, el de la fritanga, el del mercado, no tiene de otra. Claro que si yo tengo los recursos para vivir en un ambiente controlado, aislado, sin necesidad de salir a buscar alimentos para la familia. Donde en mi casa tengo todo, incluso hasta dinero a mi disposición, es muy fácil decir vayan, vayan, no retrasemos la economía del país.
No sé si en realidad él mismo cree en lo que lee o es uno más de los muchos que aparentan estar de acuerdo con todo pero en círculos más íntimos comentará que no es cierto y que no está de acuerdo con la manera en que se está manejando esta tragedia.
Si la razón por la que tratan de ocultar la verdadera tragedia que estamos viviendo es para, a como ya lo han dicho, no alarmar ni crear pánico en la población, pues que me dejen tener el derecho de asustarme o temer a lo que yo considere que me puede dañar o matar.
No me ayude compadre.
Gracias a la prixita que nos envió la carta y si alguien más quiere mandar sus epístolas a Tangamandapio, estamos a la orden.
Leave a Comment