Don Enrique Bolaños ha muerto. Sigo sosteniendo que es el mejor presidente que ha tenido Nicaragua en por lo menos un siglo, empatado solo con doña Violeta Barrios. Su legado será apreciado más adelante, cuando en Nicaragua estemos poniendo los ladrillos de la república.
Decir que fue el mejor presidente que ha tenido Nicaragua, siempre provocó el indio que tienen metido mis amigos liberales. Para ellos, fue el Churruco el que destruyó a su glorioso Partido Liberal (que construyó Arnoldo, con tanto sudor y dólares de Taiwan). Es como que el pacto, la corrupción institucionalizada y los deseos de no soltar el poder (del mismo Alemán), nada tuvieron que ver.
Buenas Intenciones
Don Enrique tuvo buenas intenciones. Según él, 5 años iban a ser suficiente para echar preso a los corruptos del PLC, para luego echar presos a los corruptos sandinistas. Al parecer, en sus planes no calculó que el primer paso requería del FSLN. Y el segundo paso requería del PLC.
Daniel «El Masacrador de niños» Ortega, que es tan oportunista a como es violador de menores, entendió este dilema práctico y se aprovechó de la novatada política del Presidente, para neutralizar al único adversario que le hacía sombra a comienzos de siglo. Todavía recuerdo la emoción que sentí cuando vi aquella presentación de la Huaca. Estaba fuera de Nicaragua y con otros nicas, celebramos como que fuera la copa de un campeonato de fútbol.
Ese sentimiento, que al parecer se llama patriotismo, lo volví a sentir en el 2018, en las marchas y luego en el primer día del Dialogo. Escuchando a mi prix Lester, a don Medardo y a los padrecitos de la CEN. Con don Enrique fue mi primera vez, fui varias veces a desfilar el 15 de septiembre, pero nunca hubo sentimiento.
Don Enrique reivindicado
A mi no me extraña que después del 2018, don Enrique haya sido re-valorado. O mejor dicho, re-apreciado. Al contrario, me parece mérito ganado, si acaso un poco tarde.
Sin apasionamientos y siendo objetivos, este señor fue un buen presidente. Sobre todo porque el verbo de esa oración de arriba es «dejó». No sacó raíces, ni visibles (como Masacrín), ni ocultas (como Arnoldo Alemán). Se fue a su casa, fundó una biblioteca (que tanto me ha servido para leer sobre la historia de Nicaragua sin contaminación batracia) y no buscó como boicotear al siguiente presidente usando los reales de Taiwan o de Venezuela. Que más quisiéramos los nicaragüenses ahora.
Los errores de Enrique Bolaños
Pues sí, don Enrique cometió errores. Trató mal a periodistas y medios que lo criticaban. Y trató bien a los que no (¿se acuerdan de las páginas azules?). Esa alianza contra-natura con Masacrín. El manejo de Arnoldo y el PLC. El APRE. La relación con Estados Unidos. En fin, estoy seguro que podríamos hacer una lista de por lo menos una página.
Se sorprenderían cuántos errores comete el ser humano promedio al día (según estudios, alrededor de 50). No lo digo para justificar, lo digo porque a los nicas nos gusta pensar que «bueno» es la ausencia absoluta de «malo». Pero no, bueno es cuando haces un balance y lo bueno supera a lo malo. Porque lo malo siempre existe, es inevitable. Como cuando pones un queso frito en un plato de comida. No importa si alguien lo pidió. Ese queso frito va a ser consumido, sí o sí.
Los aciertos de Enrique Bolaños
Que triste que en Nicaragua, basta con no querer ser dictador, para ser considerado buen presidente. Y que triste que solo 2 personas encajan en esa caracterización en como 100 años de historia. Puchica, no haber iniciado una guerra civil ya te pone en la categoría de los buenos.
Don Enrique hizo muchas cosas buenas. De lo que más se habla es de los logros macro-económicos. En términos de institucionalidad, hizo lo que pudo.
Un aspecto que casi nadie menciona, pero que a mi me consta (porque es mi área) fue su ímpetu por modernizar la prehistórica maquinaria gubernamental. Parece mentira, pero en su período, Nicaragua era más tecnológica que ahora. Han pasado 20 años, que en años digitales son como 100, pero el gobierno de Nicaragua sigue atascado mentalmente en los años 80. Basta con leer un documento oficial del Reino Batracio, para apreciar cuanta falta les hacen las maquinas de escribir (nadie usa una fuente monoespaciada por su «elegancia»). En contraste, dicen que don Enrique hasta sabía programar.
También vale la pena mencionar el talento humano que don Enrique supo aprovechar. Mientras Alemán contrataba amigos y parientes, don Enrique (de familia numerosa), supo reclutar algunos de los mejores técnicos que ha tenido Nicaragua. Ojalá, futuros gobiernos imiten esa característica.
Adios y gracias por todo
Hoy tal vez sea controversial decir que don Enrique Bolaños fue el mejor presidente de Nicaragua (la barra no está muy alta). Pero esperen unos años. La pelea siempre estará entre él y doña Violeta. No me cabe la menor duda.
Adios y gracias por su servicio, Presidente. Su legado no será olvidado y con suerte, tal vez hasta sea imitado.
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