¡Cuanto daño le ha hecho a la psiquis del nicaragüense la Liga Española de Fútbol! Te explico…allá en la península ibérica, los millonarios del Barca y el Real Madrid hacen su juego sin saber que existe este país centroamericano donde dos majes están listos para agarrarse a botellazos en un bar y decidir de una vez por todas si Sergio Ramos le hace sombra a Messi.
Suelten las botellas, que les voy a decir algo que los va a dejar en shock: esa opinión que ustedes tienen, así de apasionada, a nadie más que a ustedes le importa. Algo parecido pasa con la política de Estados Unidos. Republicanos y Demócratas pulsan por el poder, y nosotros ahí pendientes. Andá pregúntale a un gringo promedio donde queda Nicaragua, y te dicen que en México.
Esta semana, el abuelito Joe Biden desalojó de su casa al maje que hacía cosplay de Naranjito, mejor conocido como el (ex) Presidente Trump. Y el clamoreo no se hizo esperar.
Reacción nuclear en cadena
No faltaron en redes sociales los metidos que se rasgaban las vestiduras por el millonario dudoso, o los advenedizos que celebraban el triunfo de la fórmula Biden-Harris, como si fueran hijastros de Doña Kamala. Lo que pasa es que aunque no somos gringos, nos encanta opinar como si fuéramos.
Confesión de parte: yo también soy culpable. Pero…¿Por qué nos importa tanto la política gringa? Pues, primero que nada, porque somos prácticamente vecinos. ¿Y me vas a decir que no te interesa la vida del vecino? Estamos apenas a un viajecito de 2,881 kilómetros de distancia. Es como que Estados Unidos fuera Villa Libertad, y nosotros vivimos en el anexo. Mas bien, el anexo del anexo. No, el anexo del anexo del anexo.
Las lapas verdes que nos unen…
Esa cercanía geográfica, sumada a intereses económicos – el «cochino» dinero – y geopolíticos – la política «sucia» – han hecho que tengamos algunos desencuentros. Ok, no fueron desencuentros. Fueron invasiones, a como le gusta recordar al Comandante, con ojos llorosos. Si William Walker no se hubiera proclamado Presidente de Nicaragua…el Comandante no tendría de qué hablar, así que en el fondo está agradecido.
Lo del dinero puede ser problema, pero también es solución. Por mucho que se increpe al Yankee, Estados Unidos es el principal receptor de exportaciones nicaragüenses. En numeritos, según el Banco Mundial, en el 2018, Estados Unidos compró el 61% de las exportaciones de nuestro país. Y si no me crees, aquí esta la información.
Una ayudita Mister…
Entonces, los Estados Unidos representan más de la mitad de los ingresos del país. Y recuerden que tienen una influencia importante en organismos multilaterales que proveen fondos para el desarrollo de países en vías de desarrollo – valga la redundancia. Por ejemplo, Estados Unidos contribuye 117 billones de dólares al Fondo Monetario Internacional, más o menos el 17% de su presupuesto. Cuando el FMI aprueba $185 millones de dólares para atender la emergencia del COVID-19 en Nicaragua, no veo al Comandante devolviendo 31 millones porque todavía no perdona la promulgación de la Doctrina Monroe en 1823 (aquella que le decía a los europeos que “América es para los americanos”).
Ya sabemos que el Comandante es un oportunista, que usa la historia cuando y cómo le conviene. A los Estados Unidos le vive recordando su pasado cuestionable, pero jamás le reclamaría a Putin por los 10 millones de muertos en la Gran Hambruna que promovió Stalin.
Los gringos «caitudos» también votan…
Para la mayoría de los nicas, las elecciones gringas son como un deporte de espectador, pero para casi medio millón que reside en Estados Unidos, son SUS elecciones. Según PEW Research Center – una organización seria, no como M&R – 464,000 hispanos de origen nica viven en Estados Unidos. Y el 61% de ellos son ciudadanos americanos. No sabemos cuántos de ellos votan o no…¡pero deberían hacerlo!
Hay tantos nicas, que hasta un Centro Comercial Managua hay, donde la fritanga es poderosa.
No hay datos sobre como votaron los nicas-gringos en estas elecciones. Te dejamos de tarea que le preguntes a tu “Tia que vive en Miami”. Si ella es trumpista, no, no le preguntes -es trumpista, así que de un solo le podés dar el pésame-. Su favorito de todos los tiempos es “presidente de un solo período”. La ignominia viene porque se maneja que si un presidente es exitoso, será re-elegido para un segundo y último período. Imagínate, en los EE. UU. No hay presidentes eternos… ¿cómo será eso?
Los «maleta» suelen durar un solo período. La condición es tan reconocida, que tiene nombre. Les dicen los “one termers”. El grupo incluye a al republicano George Bush padre y el demócrata Jimmy Carter. No, no le preguntes a tu Tia que vive en Miami que piensa de Carter. Va a pasar brava una semana entera, porque según ella, él dejó que los sandinistas ganaran en el ’79.
¿Que significan Biden-Harris para Nicaragua?
Vamos a matar el suspenso de entrada. No habrá ninguna invasión a Nicaragua. Y no creas que es porque los demócratas son “comunistas”, porque no son comunistas – siéntese, tía, por favor – . Trump no lo hizo, y tampoco lo hubiera hecho si le hubieran dado cuatro años más al bate.
Y es mejor así. El cambio político en Nicaragua debe venir desde adentro, de la mano de los propios Nicaragüenses. Si viniera una potencia extranjera, de metida, a botar al tirano, serviría de caldo de cultivo para que en unas cuantas décadas, aparezca Daniel 2.0, alimentándose de la indignación por las invasión de los 2020s.
La dictadura de los Orto-Mu es un problema apremiante para los nicaragüenses, especialmente por los presos políticos que mantienen como rehenes en sus cárceles. También debe satisfacerse la demanda de justicia por los centenares de asesinatos perpetrados en la represión a la Rebelión de Abril 2018. Básicamente, Ortega y Murillo deben abandonar el poder y responder por sus crímenes. Nos toca a nosotros resolver este entuerto.
Ese problema no es tan apremiante para Biden y Harris. Para empezar, no son sus hermanos los que están secuestrados, exiliados o muertos. Sí les preocupa, es porque tienen empatía por la humanidad entera, y en ese grupo, hay que hacer fila.
Sus prioridades son lidiar con problemas que afectan directamente a sus intereses. La administración Trump dejó un legítimo campo minado en las relaciones con China, Irán y Rusia. El conflicto Israel-Palestina se complicó aún más, bajo la supervisión del yerno tonto, Jared Kushner. Y Kim Jung Un ya no tiene quién le escriba cartas de amor. Ojalá la tristeza no le dé por volar misiles atómicos.
Cuando Estados Unidos voltea a ver al Sur, una vez que atiende a México, se concentra en el triángulo norte de Centroamérica. Guatemala, Honduras y El Salvador alimentan el éxodo de las caravanas de migrantes, y de remate, Juan Orlando Hernández se ha revelado cómo incipiente narco-presidente, y Nayib Bukele como aprendiz de dictador. Y hasta después, después, llegan a Ortega y Murillo, parapetados en El Carmen, tratando de hacerse los suecos.
No tan rápido, par de sátrapas…
Pareciera que los Orto-Murillo van a pasar desapercibidos, pero no. Las sanciones aplicadas a los dictadores y sus secuaces surgen en el marco de una convicción general de que Ortega y Murillo encabezan una dictadura, y que han delinquido en contra de sus propios ciudadanos.
Tome nota de que las resoluciones del Congreso Estadounidense han sido promovidas y apoyadas por republicanos y demócratas por igual. Aunque desprecien a Ted Cruz por llevarle la Coca Cola de dieta a Donald, sus colegas demócratas apoyaron la moción que introdujo el 21 de Mayo del 2020. Eso tienen los gringos, aunque se estén agarrando de las mechas entre ellos, a la hora de administrar la cosa pública, se arreglan el pelo y no dejan que las pasiones arrasen con todo.
Así que esperen más y mejores sanciones, especialmente si el Comandante sigue haciéndose el loco con la reforma electoral, y las elecciones transparentes que todo el mundo esta pidiendo.
¿Qué?
Dice el Comandante que las sanciones son «agresiones».
No, Comandante, no son «agresiones». Son decisiones que toman los países en pleno ejercicio de su soberanía. Si los países no quieren tranzar con un dictador tan malo que le dicen Masacrín…están en su derecho de cortarle los alimentos. Y a usted mucho le gusta la soberanía. Ahí la vive invocando cuando lo sacan a serenarse.
Canción de despedida
Y así empieza la era Biden-Harris. Digan lo que digan, pero seguro que hasta tu Tia de Miami disfrutó de la toma de posesión. Lady Gaga cantó el himno, y Jennifer López hizo lo suyo vistiendo un traje unisex de Primera Comunión. Dicen que era Channel, pero juraría que es de los que rentan en una tienda del Centro Comercial Managua (pero el de Managua, Nicaragua).
De remate, en la noche hubo un concierto tuani con los favoritos de las señoras de cierta edad, como Bon Jovi y Bruce Springssteen. Algún musicólogo/politólogo debería hacer una tesis doctoral desentrañando el misterio de porque los republicanos repelen a los artistas. Trump con costo conseguía a Kid Rock y Vanilla Ice.
Al final, puede ser que no seamos gringos. Ni siquiera hablamos inglés. Pero cualquier puede apreciar los memes que la salida de Trump y la entrada de Biden nos dejaron. Para muestra, un botón. Mientras los invitados se saludaban, el senador Bernie Sanders no estaba para socializar y esperaba sentado a que empezara el papachín.
Su actitud de pocos amigos, y unos mitones artesanales reciclados que solo en Vermont podes encontrar, lo convirtieron en la estrella de incontables memes. Como si perder la candidatura ante el Abuelito Joe y tener que soplarse después su fiesta en medio de un frío balurde no fuera suficiente….
Ahora, anda pregúntale a tu Tia de Miami que piensa de Bernie Sanders.
buena redacción y bien explicado