Los golpistas puchos financiados por el imperio y la Silla (o sea vos y yo) viven llenándose la boca con eso de que Daniel «El Masacrador de niños» Ortega no hace nada para combatir el COVID-19 en Nicaragua. Pero son incapaces de reconocer que en realidad, sí hay una estrategia para la crisis del Coronavirus. Esta semana lo comprobamos. Por fin supimos del famoso protocolo de acción que tiene el gobierno batracio de reconstrucción y unidad nacional. Son 7 etapas muy bien delimitadas:
- Requisitos para recibir prueba del COVID-19
- Una vez diagnosticado con COVID-19
- Tratamiento hospitalario prolongado
- Tratamiento en casa (últimos días)
- Preparativos médicos en la pre-defunción
- Pasos a seguir después de la defunción
- Últimas medidas (relacionadas al entierro)
Pero ¿Fíjense si alguien ha reconocido públicamente la existencia de este protocolo? Nada, siguen haciéndose los locos.
Pues bien, ustedes saben que Bacanalnica no es así. La ética, la moral y todas esas cosas, no nos permiten simplemente sacar pasaporte temporal de la hermana República de Suecia (o es Reino? se me olvida quiénes viven todavía en cuento de Disney). Así que el día de hoy, vamos a compartir con Nicaragua y el resto del Universo, el Protocolo Batracio para lidiar el COVID-19 en Nicaragua (versión 1.4).
1- Requisitos para recibir prueba del COVID-19
Como todo este protocolo es exclusivo para los que tienen COVID-19, empecemos por la prueba. Para cualquier otra enfermedad, podes pasar retirando tu respectiva Panadol y a llamar a tu sobador de cabecera.
Solo hay dos requisitos para ser merecedor de las pruebas que regaló el BCIE y que nadie más puede hacer en Nicaragua (solo la Conchita). Bueno, dos además de presentar absolutamente todos los síntomas conocidos del COVID-19 (especialmente el de no poder respirar y estar a punto del colapso). No necesitan apuntarlos, son bien sencillos:
- El paciente tiene que haber viajado recientemente.
- Que el viaje haya sido a un país imperialista que no sea pueblo hermano de Cuba, Venezuela y demás mantenidos por los petrodolares de Chavez.
Si podes demostrar eso y ya estás agarrando un colorcito morado lila por no poder respirar, felicidades, el MINSA te va a hacer la prueba.
2- Una vez diagnosticado con COVID-19
Una vez hecho oficial, el paciente recibe un número que va del 1 al 5. No lo puede perder porque el MINSA diario hace la cuenta y puede que se lo cambien (dependiendo si alguien se murió o se curó ese día). Además, desde este momento el paciente ya no manda en su vida. Ni su familia, ni nadie. Estás en las violadoras manos de Masacrín y la Vieja Arrimada.
El Paciente es ingresado en un «hospital» (en el sentido amplio de la palabra) y no van a dejar que nadie lo vea. Ni tipo pecera, a través de un vidrio (porque lo que ponen es un plástico negro).
Si el paciente tiene la buena mala suerte de estar pegado con alguien más de tu familia, puede que los aíslen juntos, ahí el que esté mejor le va a tocar cuidar al que está peor. Pero eso es solo mientras lo trasladan a otro hospital más cerca de El Carmen, sin avisarle a nadie.
A partir de este momento ya nadie va a poder ver al paciente, para evitar que el imperialismo lo convierta en un arma del diversionismo ideológico. Vos no entendes porque no viviste la intensamente absurda Guerra Fría, pero así es en el Reino Batracio.
La familia que ni vaya al hospital, porque no les van a dar información. Tampoco al paciente. Este compañero ha pasado a vivir en una especie de paraíso comunista, tipo Corea del Norte, y que en Nicaragua solo es posible gracias al compañero COVID. Para dolor del imperialismo que vive pendiente de todo lo que hacemos, el gran líder del Partido tiene ahora total y absoluto control sobre todos los aspectos de su vida.
En los medios de la familia (Ortega Murillo), la Vieja Arrimada va informar que el paciente no presenta ningún problema, así esté entubado las 24 horas del día. El MINSA va a decir el típico, delicado pero estable, agradeciendo por ello al Comandante.
3- Tratamiento hospitalario prolongado
Así puede pasar hasta un mes. Agonizando y nadie fuera del Partido (FSLN) sabrá nada, por seguridad médica. No sabemos qué frutas hace el MINSA con el paciente en estos días, lo más seguro es que simplemente lo dejan envuelto en plástico negro para evitar que infecte a algún compañero revolucionario (que son los que no guardan cuarentena). Seguro también prueban darle el Interferón de los cubanos, pero por su poca fe en el buen gobierno del Comandante y la solidaridad del glorioso pueblo cubano, no le va a funcionar.
Cuando ven que el paciente ya está más del otro lado que de éste, el MINSA llama a su familia para que le traigan ropita limpia, bajo la excusa de que ya le van a dar de alta. Les dicen que todavía tiene uno que otro malestar, pero que nada grave, ya se puede ir a su casa.
4- Tratamiento en casa (últimos días)
La familia del paciente ilusionada lo llega a traer (después de casi un mes de no verlo ni saber nada de él). El MINSA en su protocolo no lo dice, pero es bueno que sepan que si alguien en su familia padece del corazón, es mejor que no lo vean sin previa preparación psicológica.
Con solo verlo, la familia entenderá que ese «malestarcito que todavía tiene» en realidad es que ya está desahuciado. Aquello de respirar sin ayuda de una maquina es cosa del pasado. Pero igual, el MINSA le dirá a su familia que lo tienen que sacar del hospital. Eso sí, lo mandan a su casa con un médico y una enfermera de cortesía, vos sabes, por el «pequeño malestar».
El Partido le va a decir a la familia que compren por su cuenta los equipos para que el paciente pueda seguir respirando (porque hospital, ya no hay para él). Allá ellos si pueden enjaranarse.
Por otro lado, una vez en su casa, el control que tenía el Partido sobre la vida del paciente, se va a ampliar a toda su familia. Van a comenzar a llegar los secretarios políticos, los CPC, uno que otro paramilitar (o la Policía Sandinista, que es lo mismo). Las ordenes del Comandante que la familia va a tener que cumplir sí o sí, incluyen (pero no se limitan a):
- A esa casa no puede entrar nadie que no sea la familia directa del paciente (primer grado de consanguinidad, nada de primos, amigos o vecinos).
- Un paramilitar encubierto hará posta en la casa para detener cualquier visita no autorizada.
- Cualquier llamada que hagan en esa casa, sera reportada directamente a El Carmen. Eso aplica también para chats y audios de WhatsApp. Los memes se deben limitar a temáticas anti-imperialistas únicamente. Por la palmazón, no se van a poner cámaras, pero para eso están el médico, la enfermera y el paramilitar de la entrada.
- Queda absolutamente prohibido mencionar la palabra Coronavirus o COVID-19 en esa casa. No se diga hablar con cualquier medio de comunicación que no sea los del Poder Ciudadano. Nunca, bajo ninguna circunstancia. Es más, mejor ni enciendan la radio o el televisor. Y desconecten Internet.
El MINSA «recomienda» seguir estos procedimientos médicos por más o menos una semana, o bien el tiempo que dure vivo el paciente, sin ayuda hospitalaria.
5- Preparativos médicos en la pre-defunción
Cuando es evidente para el paciente que el final está cerca y decide despedirse de su familia, puede hacerlo, siempre y cuando agradezca al Comandante y estos supuestos familiares puedan probar el primer grado de consanguinidad. El paciente no tiene autorización de hacer llamadas o video-llamadas con parientes que no cumplan con estas medidas médicas de seguridad y que no son para nada políticas. El paciente tampoco puede ser filmado o fotografiado. Si acaso, le permitirán que le deje una despedida genérica a su familia no presente, donde no puede mencionar ningún detalle sobre el COVID-19.
Siguiendo con el protocolo de no hacer nada relacionado con medicina o salud, en caso que el paciente caiga en una coma, los médicos procederán a autorizar a la familia una cantidad moderada de oración (acompañada del respectivo agradecimiento al Comandante).
El encargado político del hospital más cercano llegará a la casa del paciente, acompañado por unos paramilitares y se hará cargo de seguir los últimos pasos del protocolo de tratamiento médico. Eso incluye: apagar y/o desconectar cualquier teléfono de la casa (cero contacto con el mundo exterior, ni con el paciente).
6- Pasos a seguir después de la defunción
Los únicos que pueden saber sobre la defunción del paciente son los operadores políticos que estén en la casa (el secretario político del hospital, cualquier CPC, JS, paramilitares). Ellos y nadie más que ellos están autorizados para acompañar al paciente en sus últimas horas de vida. Una vez se confirme la defunción, el compañero secretario político deberá llamar a la Vieja Arrimada para comunicarle la noticia. Ella y nadie más que ella, dará las instrucciones correspondientes para proceder con el cuerpo.
La familia será informada hasta que la Compañera Vieja Arrimada así disponga. Normalmente, la Compañera se mantiene bien ocupada, así que esta autorización tomará varias horas. Mientras tanto, la familia debe permanecer a oscuras (preferible si es literal, o sea meterlos en un cuarto oscuro de la casa).
Fuera de la casa, patrullas de paramilitares uniformados (la Policía Sandinista) se harán cargo de cerrar las calles, intimidar a los vecinos y bloquear cualquier cámara golpista. Dentro de la casa, los compañeros revolucionarios harán lo mismo.
Si alguien quiere entrar a la casa, así a la impresión, será tratado con la mística revolucionaria que los sandinistas recetan a los vende-patrias, así sea un familiar cercano o simplemente un vecino.
Una vez la Compañera autorice avisar a la familia de la defunción del paciente, el secretario político primero informará las condiciones que todos los familiares deben cumplir si quieren despedir a su pariente:
- Recibirán el cuerpo envuelto en una bolsa plástica, guardado en un féretro sellado con pernos. No se puede abrir bajo ninguna circunstancia. Esto no tiene nada que ver con ningún virus, simplemente así se estila ahora.
- Por turnos, se puede llorar por períodos cortos de tiempo, pero bajito. Los sollozos están permitidos, sin abusar ni llamar la atención.
- Nada de gritos, ni lamentos fuertes. Disimular cualquier sufrimiento ruidoso y solo se permiten 2 a 3 desmayos por familia.
Los familiares que no cumplan con estas condiciones serán sedados y puestos a dormir bajo vigilancia. El cuerpo estará acompañado todo el tiempo por lo compañeros políticos y paramilitares, no se permiten fotos, ni videos. Fuera de eso, será una vela normal.
7- Últimas medidas (relacionadas al entierro)
Las condiciones para la vela se extienden con mucha más rigurosidad al entierro. Nada de gritos, llantos, lamentos. Sollozos intermitentes y por turnos. Y su vuelve a ver un vecino o alguien que simplemente pase por ahí, poner cara seria.
También se mantiene la prohibición de las palabras Coronavirus y COVID-19. Los familiares pueden, con mucha discreción decir las palabras «neumonía» o «paro cardíaco», pero sin dar mayores detalles. Para todos los efectos, el pariente murió de causas naturales.
Importante: no se permite, bajo ninguna circunstancia, usar mascarillas en público o privado. Si alguien no cumple con esta regla, será considerado golpista de la derecha y deberá sufrir las consecuencias en El Chipote (donde tampoco hay Coronavirus, ni habrá).
Una vez enterrado el cuerpo, no se deberá hablar mucho sobre la persona. Conversaciones vagas, sobre su vida mucho antes del 2020 (o del 2018, si no era compañero revolucionario) serán aceptadas de forma esporádica. Los parientes tienen terminantemente prohibido hablar de lo (poco) que saben del último mes de su vida. Y la prohibición de mencionar las palabras aquellas, se mantiene por 10 años renovables.
Bibliografía: Este protocolo se extrae de este documento filtrado por Confidencial.
Manuel, hoy tengo que decirlo. Te la fumaste verde o mucho talco te metiste! Cuidado y mañana te vemos con la cara parecida a la cara de la bruja «vieja arrimada» como la llamas vos! Tuanis prix!