¿Cómo era? ¡Que nos importan las sanciones! ¡Nos valen sorbete las sanciones! ¡Avión las sanciones! Así decía Daniel «El Masacrador de niños» Ortega cuando le hablaban de la Nica Act Magnitsky el año pasado. Aquí está el video con el cuerpo de benito:
Viendo la carta de disolución del BANCORP, pregunto
¿Aja Masacrín, te siguen valiendo las sanciones? pic.twitter.com/NFeSKlnmSA— Bacanalnica.com (@Bacanalnica) April 24, 2019
Queridos prixitos, ese es el problema de no estudiar nada por creerse guerrillero (a control remoto). Que cuando te robas las elecciones y logras ser presidente (dictador) se te salen los rebuznos. Daniel Ortega sabe de economía, lo que su mujer sabe de ser sexy, aquí está ahora la carta de la disolución del BANCORP:
Muchachos, creo que ya no vamos a ser banqueros después de todo.
Todo el billete que quedaba (de las mesadas del tío Chavez) ahora no tiene casa dónde vivir. Con sanciones en USA, Europa y Canada, solo quedan unas inversiones todas turbias en China y Rusia. Donde la amistad revolucionaria no vale mucho.
«Clarro que sí, camarrada, puede meterr todo su dinerro en nuestro bankof, pero recuerrde la komisión anti-imperrialista del 95%»
Por eso es que Masacrín volvió al Diálogo y para él solo hay un punto de agenda importante:
En su momento, y de común acuerdo entre las partes, se hará un llamado a la comunidad internacional a suspender sanciones para facilitar el derecho al desarrollo humano, económico y social de Nicaragua, favoreciendo a los sectores más vulnerables de la población.
Todo lo demás, firmar me harás, cumplir jamás.
El super plan del Bachiller Ortega no está funcionando
Pero como la Alianza dividió el mandado en varias partes, tipo Mario Bros, y el Diálogo solo avanza al mundo 2, cuando Masacrín haya terminado el mundo 1 por COM-PLE-TO, seguimos pegados.
«¿Queres que te quiten las sanciones? Claro que sí Masacrín, solo liberame a todos los presos políticos y firmame este papel de las elecciones adelantadas.
¿No queres firmar? A pues, sintiéndolo mucho, pero creo que no se va a poder.»
Por eso yo no me aflijo cuando Petipua Moncada dice que las elecciones adelantadas «no están sobre la mesa». Ya ven, hoy se reunieron con el maje experto en elecciones de la OEA, para «informarse» como es eso de las elecciones libres y transparentes.
Un día de estos, en vez de decir que no están sobre la mesa, va a decir que alguien las dejó caer sobre la mesa, pero que «van de último, después del postre». A los dos días va a decir que «a ver pues, de bastimento». Y así hasta que no tenga más remedio que aceptar elecciones libres y transparentes a inicios del 2021, en vez de a finales.
Ya para entonces la economía va a estar destruida, como dice The Economist en su análisis (casi tan bueno como el de Bacanalnica):
The Economist Intelligence Unit publicó este 23 de abril, una valoración de la economía nicaragüense para los próximos cincos años (2019 y 2023), proyectando que este año la economía caerá un -5.5% “seguida de un descenso adicional del -2.6% en 2020. Aunque el crecimiento volverá a partir de entonces, bajo el supuesto de que los consumidores y las empresas se adaptarán a una nueva realidad política y económica, el PIB per cápita no volverá a los niveles anteriores a la crisis, incluso al final de nuestro período de pronóstico en 2023”.
Masacrín va a terminar igual de palmado que a como entró en los 80. Ya me imagino a los parásitos tirados en el piso llorando porque en la palmazón, papi y mami les van a vender sus canales de televisión … algo así:
Masacrín, de vos depende, estás a tiempo. Mira que en Cuba te aceptan a la invivible de tu mujer y a los 25 parásitos. Si llegas con algo de reales. Porque palmado, ni en Bolivia.
Gracias BC por tu excelente reporte y análisis.
Bien dicho. Ojalá que Ortega, su mujer o muchos sapos estén leyendo este reportaje por muy incrédulos o engañados que continúen pronto reaccionen por su bien y el de todos los nicaragüenses.