Y seguimos con el nuevo pasatiempo nacional de moda en Nicaragua: Vamos a bajarnos al Petipua Moncada por ser tan caballo y servil, por partes iguales. Por eso me pirateo la caricatura del primo PxMolina y le paso la guitarra al primo Abecedario, quien como cocinero se muere de hambre. Sigan leyendo y verán por qué …
Para los que solo pueden cocinar viendo el video, les dejo este riquísimo plato
Pitipua con bandera
Por UHDPQNQDSNPQNLD
Hoy queremos hacer gala de nuestras habilidades culinarias, pero tranquilos, es solo una receta de comida, no es que ya hemos decidido tirarnos a la vida alegre nocturna por las zonas de Camino de Oriente, Rotonda de Bello Horizonte, o alrededores del antiguo Hospital Militar. Pero si esto no se compone, pronto nos vemos por allí en sana competencia.
Ingredientes:
Un pitipua, puede ser uno de esos que se caen al piso mientras preparas el infaltable y fiestero arroz a la valenciana. Esta parte del plato puede ser perfectamente lo que se llama “receta de sobras”, o machigue, o “vamos con todo”, como cuando asaltas la refri a la una de la madrugada, mezclas todo lo que hayas y calientas como puedas. En fin, puede ser un mísero pitipua que halles por ahí.
Una bandera de Nicaragua, que no sea muy grande, porque ya de por sí el pitipua se va a sentir ínfimo, disminuido, o un mero puntito al lado del ilustre pedazo de tela nacional (he oído decir trapo nacional, pero me abstengo de ello, ya bastante ignominia va a ser para la azul blanca mezclarse con el mísero pitipua).
Una periodista, pero una de verdad, de las que te hacen preguntas y no solo sujetan micrófonos.
Preparación:
Lave el pitipua, restriéguelo bien con paste de alambre, póngalo en cloro puro durante tres horas, dele después con lija gruesa y llévelo al plato. Aún así, adviértase al comensal que va por su cuenta comerse semejante concentrado de gérmenes, o usarlo solo como lechuga al lado de un nacatamal servido: puro adorno de mal gusto.
Acomode la bandera al lado del pitipua, de la manera que a ud le ronque, y aunque el pitipua comience a chillar de que hay que usarla de manera adecuada. Solo tenga cuidado que la bandera no toque al pitipua, ella no merece caer tan bajo.
Acerque a la periodista al plato, que le haga la pregunta que le dé la gana al pitipua; total, sea cual sea, va a responder atribulado y rezando para que el celular no le suene y “alguien” le susurre entre dientes: “malhecho, malpujado y malnacido, eso no era lo que tenías que contestar”.
Deje que la periodista apachurre por una hora con preguntas a su antojo al pitipua ante la mirada impasible de la bandera.
El plato ya está listo.
Sugerencia de degustación:
Agarre los despojos del pitipua, lánzalos al aire, dele una patada o un batazo, por aquello de que ud o sea futbolero/a o beisbolista, y procure que caiga lo más lejos de su humanidad y en uno de esos lugares donde ni las ratas se aventuran porque son demasiado sucios, tipo “basurero de la historia”.
Agarre su bandera, asegúrese que ni tan siquiera huele a pitipua y haga con ella cualquier tropelía como ponerla en su carro, tomarse un selfie con ella, o espantar sapos de su jardín.
!Buen provecho!
FABULOSA RECETA
De lo mejor