Queridos 4 prixitos, no se chiveen, pero hoy vamos a hablar de sentimientos, moralidad y esas cosas que mi niño interno llama «de jaña». Para los que no saben, yo soy un maje casado (no fue fácil). Y mi chaparrita es lo contrario a mi en casi todos los aspectos. Yo soy feo, ella es bonita. Yo soy gordo, ella es flaca.
Pero no solo en lo físico. Yo trabajo con tecnología, sátira y lo superficial. Ella es una de las psicólogas más reconocidas del país y trabaja con sentimientos, emociones y cosas profundas.
Así que hoy, voy a tratar de canalizar sus habilidades y voy a procurar hablarles desde lo más profundo de mi ser humano, sobre un tema muy personal. Ojalá pueda conectar con el ser humano de todos ustedes.
El respeto mutuo
Desde que escribí el artículo sobre el boicot a la Flor de Caña (el cual ha sido leído más de 31 mil veces), no he dejado de recibir mensajes atacando mi posición. Yo ya lo esperaba, de hecho empecé el artículo diciendo que iba a perder 2 de mis 4 lectores.
Pero, les soy franco, no tenía idea que la reacción sería así.
¿Cuál fue la reacción?
Hay su gente que no opina como yo al respecto y simplemente me dijo que iba a seguir adelante con el boicot. Yo en mi artículo dije literalmente «Vos dale, no tengo nada en contra, ni a favor».
Solo les pedí que no mezclaran el boicot con la lucha cívica en contra de Masacrín, pero hasta eso fue una petición y nada más. Obviamente pueden hacer caso omiso a lo que dije, porque «avión y quién es Bacanalnica para andar pidiendo babosadas».
Hasta aquí vamos bien. Donde me sentí decepcionado (les dije que íbamos a hablar de emociones) fue cuando en vez de simplemente discrepar, se pusieron desacreditarme como persona que opina.
Que el tío Carlos me había pagado para defenderlo. Que yo no tengo ninguna autoridad para opinar porque en Bacanalnica hay fotos de chavalas en bikini. Que soy gallo-gallina porque hay presos políticos y yo no doy mi apoyo «contundente».
En fin, el típico ataque visceral que solo del FSLN y el PLC había recibido hasta ahora. Lo cual me afecta en mis emociones de ser humano porque viene de mis hermanos nicaragüenses que al igual que yo, se supone quieren ver una Nicaragua diferente, más libre, igualitaria, justa.
La ética azul y blanco
Y debo confesar, yo mismo he caído en la trampa. El otro día planteé un dilema ético que tal vez no sigue con rigurosidad, todos los requisitos técnicos para ser considerado una prueba moral:
Un dilema ético: estas en un gancho de camino, manejando un camión sin frenos. A la derecha está acostado Daniel "El Masacrador de niños" Ortega y a la izquierda don Alex, el super héroe de la vida real. Qué haces?
— Bacanalnica.com (@Bacanalnica) December 6, 2018
¿Debería preocuparnos que el 96% de 2 mil personas le quiere pasar un camión encima a Daniel Ortega? Yo pensaba que no, sobre todo porque la alternativa era tal vez medio golpear a don Alex. Pero ahora lo estoy reconsiderando.
Uy Cha’alo, no aguantas nada vos
No tengo ningún problema con dejar de ser leído por alguien que no coincide con mi punto de vista. O que existan opiniones contrarias a las mías, incluso aquí en mi propia casa (abajo en los comentarios). Si alguna vez hemos discutido en Twitter o en los comentarios de Facebook, te habrás dado cuenta que no le huyo al intercambio de ideas.
Mis modos a veces hacen ver como que estoy molesto peleando (me han contado). Pero créanme, es porque no trabajo con muchos seres humanos, solo pantallas. En realidad estoy interactuando entusiasmado porque alguien me hace caso.
Un video que hice con Yaser Morazán el martes, precisamente a raíz del boicot, demuestra todo esto:
Me disculpan por la duración. Hasta yo me aburrí después de la primera media hora. Pero sirve para respaldar mi punto.
Ahí están viendo a dos personas, en posiciones opuestas de un argumento, pero discutiendo en plan fraternal, sin odio, ni resentimientos. Él no cedió en su posición y yo tampoco. Pero no me siento mal por haberlo discutido. Al contrario, me siento bien por haber podido decirle lo que yo pensaba y que él me escuchara. Así como estoy seguro que él se siente satisfecho que yo lo escuché.
Que diferencia! Entre esa discusión y las descalificaciones, los insultos, los ataques a mi persona por no verle mucho sentido a un boicot. Y no le echen la culpa a la frustración, ni a la situación con Masacrín, porque Yaser hasta exiliado está y no tuvo esos exabruptos.
En fin, yo cumplo con ser lo suficientemente sensible, maduro y en contacto con mis sentimientos, para hablarles «como jaña» de lo que sentí en lo más profundo de mi ser humano. Como dijo el prix @Ctadordecuentos …
Y cuál es la locurita que se tienen? ah? Si el mae de @Bacanalnica no esta a favor del boicot al guaro, pues ahí déjenlo y ya! Los que si estamos de acuerdo, enfoquemos nuestras energías en ello. Aprendamos a respetar opiniones y recuerden que todos tenemos un objetivo en común.
— 🇳🇮🇳🇮🇳🇮🇳🇮🇳🇮 (@Ctadordecuentos) December 11, 2018
Ahora sí, damos por cerrada la sesión. Estoy seguro que mi marida va a estar orgullosa de mi. Si no usaron mucho los Kleenex, por favor los devuelven a la caja, tapando lo mojadito.
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