Hoy se cumplen 100 días desde aquel fatídico 18 de abril cuando Daniel «El Masacrador de niños» Ortega decidió que reprimir a los protestantes contra su gobierno con palos y piedras, no era suficiente. Según la ANPDH hasta el día de hoy llevan contados 448 muertos. Sin exagerar, estamos hablando del dictador más letal en la historia de Nicaragua.
¿Cómo ha vivido Nicaragua estos 100 días?
Dos palabras se me vienen a la mente: temor y orgullo. Temor a que Masacrín nos mande una Hilux llena de paramilitares y terminar muertos, presos o torturados. Pero orgullo de ver a Nicaragua levantada, sin armas, encaminada a alcanzar un futuro más libre, justo y democrático.
El video de la Alianza Cívica lo resume muy bien:
¿Y Masacrín cómo está?
Si le preguntan al propio Ortega, él ya ganó y consiguió la paz en Nicaragua. Pero como reconoció el Chele Grigsby esta semana nuevamente, Masacrín está equivocado:
Ortega (por masacrador) se echó de enemigo a la mayoría de Nicaragua, destruyó la economía y quemó todos los puentes a los que alguna vez tuvo acceso. No hay cooperación internacional, ni préstamos, ni donaciones.
Sus únicos amigos en el mundo son unos países palmados que no tienen para alivianarlo (Venezuela, Cuba y Bolivia). Eso sí, todavía tiene las armas, los paramilitares y un ejercito de sapos que parecen imposible de convencer que no alcanzan en el avión.
¿Y el tercer grupo, cómo está?
Luego están los del tercer grupo. Los que Daniel Ortega y su mujer obligan a marchar, rotondear y cantar, si quieren conservar su trabajo. Esos que por su situación prefieren permanecer callados en las redes sociales. Algunos se han dado el lujo de renunciar por patriotismo, o por simple moralidad (maje, Masacrín es asesino).
¿Qué piensa este tercer grupo?
Por la misma discreción con la que se mueve este grupo, es difícil saber dónde están parados. Yo creo que hasta entre ellos mismos debe reinar la desconfianza y el temor a ser descubiertos. ¿Se imaginan trabajar con alguien todos los días y no saber si esa persona te va a vender con los paramilitares de Ortega?
Para conocer mejor la situación de esta gente, decidí traer hoy (en el día 100) unas cuantas preguntas, respetando su identidad y cuidando su seguridad. También le pedí a nuestros 4 lectores que propusieran otras preguntas que ellos les quisieran hacer (en Twitter y Facebook). Aquí están las 15 escogidas:
- ¿Por qué no has renunciado?
- ¿Tenes miedo de tus compañeros de trabajo?
- ¿Qué porcentaje en tu trabajo quieren que Masacrín se vaya? (tu mejor cálculo)
- ¿Qué es lo peor que te han obligado a hacer?
- ¿Vos desde cuándo no estás con Masacrín?
- ¿Has hecho alguna actividad vandálica? Sí es así, ¿Cómo hiciste para que no te descubrieran?
- ¿Qué le han hecho a los compañeros de trabajo que han renunciado?
- ¿Qué pensas que va a pasar con vos una vez se vaya Masacrín?
- ¿Qué pensas que hace falta para que se vaya Masacrín?
- Yo sé, la necesidad tiene cara de perro, pero ¿Cuál es la línea que no estás dispuesto a cruzar? (por lo que sí renuncias)
- ¿Tenes miedo de los vandálicos? ¿Algunos en específico?
- Siendo honesto ¿Te mereces ese trabajo? ¿Deberías seguir una vez se vaya Masacrín?
- Si las elecciones fueran mañana y muy vigiladas ¿Por quién votarías para presidente?
- ¿Qué le dirías a Daniel Ortega si no te pudiera hacer nada?
- ¿Si pudieras, volverías 100 días en el pasado?
Para responder, podes llenar a este formulario de Google Forms y responder anónimamente (ver más abajo). También nos podes mandar mensajes privados en Facebook o Twitter. No vamos a revelar a nadie, la identidad de quién envía.
Podes responder todas las preguntas, podes responder una pregunta. Las que vos queras, igual te agradecemos. También nos interesa que la llenen los que ya renunciaron, especialmente las preguntas sobre qué fue lo que no aguantaron.
Si vos no trabajas en el Estado, pero conoces a gente que sí lo hace, compartiles esta nota. No hace falta explicaciones, ellos te van a entender.
Más adelante vamos a compartir las respuestas, siempre respetando la identidad de los que respondan.
carlos tunnerman par presidente ese viejo es un berraco