La Insurrección de los Nietos del Adultismo (otra producción de Emila Persola) #SOSNicaragua

Emila Persola, el mismo que nos sobornó para publicar la Carta Abierta a los Estudiantes nos mandó una segunda entrega de lo que al parecer será una enciclopedia sobre la situación socio-política y termonuclear que vive Nicaragua ahorita.

Como siempre, cualquier clavo con lo que aquí dice, es directamente con él. Y si también quieren colaborar, inviten al fresco y con gusto les hacemos el lado.

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Titulo así este post reapropiándome del fotoreportaje de Javier Bauluz para Univisión, que tituló La revolución de los nietos del sandinismo. Ese es por supuesto, el relato visual de los acontecimientos de esta insurrección cívica que se vive en Nicaragua; y que hasta hoy pica y se extiende…

Resumen: Un “minúsculo” virus de protesta se incubó en la UCA, y éste esparció su indignación contra el régimen de Ormo en una escalada sin precedentes de manifestaciones estudiantiles en los años recientes; las que pasaron a las redes online donde se diseminó, proliferó en cuestión de horas y regresó AUTOCONVOCADA como “plaga vandálica” a las calles y recintos universitarios.

Offline el pueblo junto a los estudiantes se tomó las calles a costa de derramar su propia sangre: 77 muertos, casi 900 heridos, más de 400 arrestos arbitrarios con señales de agresión y una lista en aumento de desaparecidos. (En realidad en Nicaragua solo hacía falta prender un fósforo para detonar un sinsabor devenido en miedo social que se acumuló por 11 años).

El fósforo fue prendido por los estudiantes desde la bisagra de dos generaciones: los millennials y posmillennials, anglicismos recientes para describir a dos generaciones que a groso modo, se han gestado, “invisibles” y subestimados, en contacto con “las nuevas” tecnologías digitales (la segunda más plenamente); y en el país pueden sesgarse en dos períodos: 1. Nunca vivieron las recientes guerras civiles; 2. y sus infancias transcurrieron en los cimientos del neoliberalismo, léase el despunte de la globalización (e.g. CAFTA).

Los estudiantes que se han tomado las calles –ahora víctimas de una represión estatal que antes solo habían escuchado de sus padres, abuelos y en monólogos kilométricos de Ortega– pertenecen a un prototipo de joven tal vez nunca antes visto sobre la faz de la tierra; y describirlos como la nueva juventud nicaragüense sería solo definirlos parcialmente.

Sí, además de la posibilidad desafiante que posee esta juventud, como lo mostró el “paradito” de Lester Alemán, la “vulgarcita” de Madeleine Caracas, entre otrxs, éstas son generaciones de una constitución cultural inédita: son locales, pero a la vez son transculturales; son nacionalistas, pero a la vez son transnacionales; no solo posee el acceso a la data de la historia oficial y contracultural de la humanidad, sino que también saben usarla; en síntesis, son “nativos digitales” y culturalmente se les ha designado como sujetos “glocales” (son locales y son globales).

Tomamos estas consideraciones para retomar el tema de las protestas; las cuales llegaron a alcanzar tales niveles de convocación y presión social contra el Ormu, que éstos fueron obligados a sentarse en una mesa de DIÁLOGO NACIONAL con los sectores ninguneados de la sociedad nicaragüense.

Hasta ayer el diálogo de parte de la alianza buscaba primordialmente tres objetivos: 1. La salida de Ormu, 2. Justicia para las víctimas de la represión y 3. Sentar las bases para la refundación de la nación, léase la DEMOCRATIZACIÓN TOTAL DEL ESTADO.

La petición PARECE una ingenuidad. Y es de imaginar a Ormu y sus simpatizantes decir: “Ideay… ¿Golpe de Estado? Nada quieren, pues”. Sí, efectivamente la alianza cívica del país quiere remover el TRANQUE de un juego excluyente iniciado con el Pacto Libero-Sandinista (en el año 2000), que ha normalizado la carnavalización de la política por décadas.

A este TRANQUE, ahora vuelto DICTADURA por 11 años, se le paran en seco unos “cipotitos” para demandarles la DEMOCRATIZACIÓN del país a lo inmediato. Por supuesto, que Ormu se ríe y responde también ingenuamente que “el país ya está democratizado”; y que lo avala la OEA, el CSE, y en definitiva lo confirma el PUEBLO en sus elecciones de guayola.

Con lo que NO CUENTA Ormu desde su posición autocrática y ADULTISTA, es que esta insurrección de sus nietos no es “el berrinche” de repetir DEMOCRACIA como consigna trillada, que de hecho se encuentra en crisis en muchas partes del mundo, incluso en sus cunas fundacionales.

La demanda de una DEMOCRATIZACIÓN del país, tampoco viene a los jóvenes del reduccionismo que hace Ormu de que “los culitos rosados”, ahora “plagas vandálicas”, ni siquiera sepan QUÉ ES democracia, sino que la evocan como loras manipulados por la derecha en su contra.

Es acá donde Ormu subestima a su rival y se resbala en cascara de banano, puesto que DEMOCRACIA no les viene a los estudiantes desde el concepto político tradicional, sino que les nace desde el seno mismo de una ECOLOGÍA COMPLEJA que legitima sus prácticas digitales en una diversidad de redes y comunidades que, en una democratización de medios, socializan sus diversos intereses, sus preferencias sexuales y a deferentes niveles de alfabetización.

A partir de acá en este artículo, suspendo el termino vago de “PUEBLO” para referirme a la masa de las protestas, y opto por utilizar más concretamente el concepto autónomo de comunidades (VIRTUALES y que a su vez son REALES).

No hay que olvidar que desde el arribo de la Web 2.0, los usuarios pasaron DE SER audiencias y consumidores pasivos de los medios A TRANFORMARSE en usuarios y participantes de los mismos medios; y este empoderamiento hay que leerlo a diferentes niveles.

Estas generaciones se han empoderado no solo de los nuevos medios, sino que operan con la filosofía política del CÓDIGO ABIERTO. Estos “glocales” llevan 15 años construyendo y manteniendo comunidades hasta venir ganando visibilidad y voz.

Estas comunidades han producido y compartido sus propias fuentes de información de bricolaje (DIY) –por eso son mucho más innovadores que Ormo– lo que les ha permitido presentar alternativas o puntos de vista marginales (LGBTQ, acoso callejero contra las mujeres, denuncias de femicidios, #MeToo, Protección Animal, campañas ambientales, bicicletadas, entre otros).

Las voces de estas comunidades diversas son la voz MAYÚSCULA de la Sociedad Civil de Nicaragua; todos son zorros de un mismo piñal y están preparadxs y decididxs a resistir, a replicar o a enfrentarse a la cultura dominante de los medios, de la política; y hoy en Nicaragua decididos a confrontar al PODER ESTATAL.

En fin, Ormu y sus orcos, se han metido a un maratón con jóvenes veinteañerxs, en una carrera donde en las primeros 20 cuadras escupirán el hígado y regresarán al siglo XX.