Con estos calores alguien que se está echando la papa (o sea, haciéndose rico) es el eskimero que pasa diario por mi casa. Un día de estos lo veré pasar en caponera modificada, en vez del acostumbrado carrito.
Por lo menos así pensaba yo, hasta que leí este cuento ↓
Hace ya varios días en Facebook me encontré con este relato del periodista Alvaro Navarro. Es una entrevista informal a un eskimero que se queja porque desde que Lala compró a la Eskimo, su salario se ha visto reducido considerablemente. Lean la transcripción:
Escucho a este vendedor de Eskimo de Masaya… «ahora estamos jodidos, desde que vendieron la empresa a los mexicanos (LALA)». Me le acerco con curiosidad de periodista porque me interesa saber por qué debería afectar a los distribuidores de este producto el hecho que una transnacional comprara la empresa láctea, cuando se supone que hay una inyección importante de capital y por ende una mejor condición económica y laboral para quienes hacen posible ese negocio.
Me explica el muchacho con tono de enojo que primordialmente los han afectado por que la empresa antes solo les promocionaba uno de los productos, que podía ser el cono, la paleta de chocolate o la de cocoa.
Ahora la empresa les obliga a promocionar tres productos. Con eso ellos por cada paleta se podían ganar seis córdobas. Ahora solo se ganan tres córdobas.
Me comenta que antes se ganaba al día 400 córdobas por andar empujando su carretón de helados. Ahora sus ingresos se han reducido a menos de 250 córdobas por día.
Además, me cuenta que el año pasado en dos meses a los helados eskimo la empresa les aplicó dos incrementos. Y en lo que va del 2017 les montaron una tercera alza.
Me citó como ejemplo la paleta de cocoa que, según detalla en enero de 2016 ellos la pagaban en la agencia a siete córdobas, en marzo le subieron a 7.25, un mes más tarde le subieron a 7.70 y en enero del 2017 se los incrementaron a 8 cordobas.
Por último, me dice que con la administración anterior tenían en proceso la posibilidad de que les aprobaran un seguro social, pero desde la adquisición de LALA, esos esfuerzos y esa promesa volvieron a cero.
El vendedor comentó que solo en Masaya hay cinco agencias heladeras de esta empresa, entre las que se distribuyen más de 200 vendedores al detalle, que todos los días salen a las calles con sus carretones, sin importar el sol o la lluvia.
Eso es cierto, yo he ido a los lugares más recónditos de Nicaragua. Esos donde dicen que sólo carros con doble entran. Y ahí, en medio de la nada, rezando por no quedarme atrapado, de pronto oigo el tilín tilín de un eskimero que va como que si nada empujando su carrito.
Pero me temo que eso tiene los días contados. Porque una bajada de salario de C$400 a C$250 hace pensar a cualquiera.
Es una lástima como desvalorizan el trabajo de todas esas personas en su mayoría personas de la tercera edad , hasta mujeres luchadoras q sin importar el sol día a día salen a realizar esa labor para llevar el alimento a sus hogares . Una triste realidad de la q las instituciones q deberían hacer algo al respecto se hacen oídos sordos y ciegos ante tal situación .
Por favor señores del Ministerio del trabajo e instituciones pertinentes abran sus ojos bien en el país hay necesidad de trabajar pero no dejen q vengan de otro país a dañar y a aprovecharse de la necesidad … trabajo si pero q valoren
Los vendedores antes ganaban 2 cordobas por promoción ahora ganan 4 cordobas, ahora es cierto que el producto ha subido su precio a como todo producto al pasar de los años. Con respecto al seguro social los mismo vendedores no le dieron paso a que se les asegurara porque no querian pagar el porcentaje que les tocaba como afiliados y principalmente no se dio paso porque los vendedores no tienen horario de entrada ni de salida ademas de eso si quieren descansar 3 o 4 dias a la semana lo hacen, por su desorden laboral no permite que se les asegure.