En el Puyaso de Don Candido el vaso de agua vale más de C$100. Vos sabes, por «status»

Hace más o menos 12 años, cuando Bacanalnica era mercenario de El Nuevo Diario, hicimos un reportaje sobre una nueva comidería que traía a Managua el famoso Puyaso de Matagalpa.

En su momento escribimos una crítica bien bonita sobre el dueño (Don Candido) y su nuevo emprendimiento. Modesto, pero con mucho potencial.

Lamentablemente El Nuevo Diario no tiene disponible el texto original y nosotros no guardamos copia. Esto fue lo único que quedó:

Decir que era un restaurante sería exagerar, más bien eran unas 4 mesas plásticas puestas sobre (prácticamente) la acera de Plaza el Sol.

Eso sí, la comida era riquísima, al punto que a nadie le importaba el mosquero que te caía en pandilla una vez que te llevaban el plato.

Recuerdo haberme enfermado al día siguiente, pero no porque la comida haya estado mal. Más bien fue porque en esos tiempos yo creía que lo «gordito» del puyaso se comía.

La cosa es que el lugar se volvió en uno de mis favoritos porque por poco, comías rico y «hermoso».

Doce años después, miren lo que nos hallamos en uno de esos grupos de Facebook donde la gente llega a hablar mal de los restaurantes:

Para empezar, debo decir que me encanta ir a comer al restaurante Don Cándido. Excelente comida, buen servicio y muy buen ambiente. De igual manera, estoy consciente de los precios que se pagan por comer en un lugar así. Sin embargo, ayer me sucedió algo que, más que un reclamo, quiero compartirlo a manera de aviso.

En todas las ocasiones anteriores que he ido a comer, lo primero que hacían los meseros era ofrecer los menús y servir agua en las copas de vidrio dispuestas en cada mesa. A medida que uno consumía el agua, los meseros amablemente rellenaban la copa. Ayer me extrañó que el mesero preguntara si nuestros niños también iban a tomar agua, a lo que respondimos que sí, pero le solicitamos un vaso descartable para nuestro hijo pequeño, no vaya a ser que quiebre una copa.

Yo esperaba el tradicional pichel de acero inoxidable que en numerosas ocasiones anteriores han usado para servir el agua, pero en lugar de eso, nos llevó dos botellas de Fuente Pura de 500 ml.

Yo le dije al mesero que no era agua en botella que queríamos, sino como siempre, le dije, de la que sirven en los pichelitos, sabiendo que esa también es agua purificada de los botellones de 5 galones.

El mesero, muy amablemente, me explicó que, debido al «status» del restaurante, ya no se estaba sirviendo agua en los picheles, únicamente en botella.

La verdad, como siempre acostumbro a tomar agua en las comidas, le dije que estaba bien, no pensé que fuera gran cosa.

El asunto fue que al llegar la factura, cada botella de agua costaba U$ 2.88, lo cual, al agregarle el IVA, la propina y convertirlo a córdobas, al tipo de cambio que te ponen en la factura, resulta en la bicoca de C$ 103.35, por una botella de agua purificada Fuente Pura de 500 ml.

Cuando le pregunté al mesero por semejante precio, se limitó a decirme que, debido al «status» del restaurante ellos ofrecen distintos tipos de agua embotellada, como Evian, etc, etc.

Para algunos, quizás esto parezca una nimiedad o algo sin mucha importancia, pero el hecho es que yo he estado en restaurantes de mucho mayor «status» y no andan haciendo este tipo de artilugios. Estoy claro que el restaurante tiene sus costos y su «status», pero creo que en este caso se pasaron de la raya.

Quise compartir esto para evitarles un disgusto a quienes tomen a bien este post. A quienes les parezca un sinsentido, saludos igualmente.

¿Qué les parece? Ni modo, se fueron las moscas y ahora por «status» el vaso de agua vale más de 100 pesos. Ni La Plancha prix .. ni la La Plancha.

**Actualizado**

El Puyaso aclara la situación. Resumén: el mesero se confundió en todo.