No importa cuánto voy al gimnasio, no hay manera que la panza se convierta en lavandero. Y eso que ya sólo voy a la fritanga en la cena y ya corté el vigorón de la 10 de la mañana (vos sabes, el que va después del desayuno, pero antes del almuerzo).
Por eso me parece sano que todos entendamos que hay cuerpos que son imposibles, a menos que usemos corset y nos saquemos costillas. Algo así como estas 3 mujeres que le dan un nuevo significado al mote «cintura de avispa». Además de la obsesión con Jessica Rabbit, una de estas 3 tiene el record de la cintura más pequeña del mundo, entre otras cosas por hacerse unas cuentas cirugías, así que por supuesto que una de ellas es Venezolana.
Ahora digan conmigo «a la gaver el gimnasio, hoy ceno pizza».
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