Los iPhones te vigilan tooodo el día!

Si fuese verdad quizás sería una muy buena herramienta contra los secuestradores en México y Guatemala, o simplemente para quien le peinen su Iphone y con ello poder localizar al tamarindo. Pero el tiro le salió por la culata a Apple pues un estudio relevado en Reino Unido asegura que los nuevos iPhone y iPad cuentan con un dispositivo que archiva y envía en secreto a la empresa fabricante de Mac la localización diaria de sus aparatos móviles sin que los usuarios lo sepan (chiva, eh? Ya cambia la cosa).

Pero zazzz!!!… ya esta sospecha le costó a Apple su primer par de demandas acusándolos de cometer fraude y atentar contra la privacidad de sus clientes. El caso no queda ahí, pues además de ser aceptada la demanda en el estado de Illinois, ya se  mandó también a llamar a los ejecutivos de Google, pues es  posible que estos también estén embarrados salpicados por la polémica.

¿Cómo será eso que te vigilen? Pero sobre todo, ¿para qué quisiera saber Apple y Google por dónde jodido me muevo todo el día? Creo que estas preguntas ingenuas pueden ser resueltas rápidamente por cualquiera, eh? Pues usando un toquecito la imaginación las alternativas son aterradoras (Ellos sabrán responder a eso de “dime por dónde andas y te diré quién eres”).

Esto empieza incluso a recordarme algunas extrañas hipótesis que por ejemplo me planteaba un profesor en la universidad sobre las guerras del futuro por el control precisamente de ese tipo de archivos. Claro uno piensa que eso puede servir para luchar sólo contra la tal moda del terrorismo (o ya pusimos al inicio también el caso de los secuestradores).

Pero hay que ir quizás más allá. La información de tus pasos también puede serle útil a muchos intereses desde corporaciones, bancos, el Estado, la policía o agencias de publicidad (y no será para saber dónde enviarte promociones, creéme).

Bueno, esas teorías de mi profe yo las visualizaba como algo lejano (que había sido venderle sólo el alma a Facebook) pero en realidad todo esto aparenta estar bastante cercano, en el ahora y las dimensiones de la vigilancia de un Gran Hermano parecen en curso, y si no «se le para en seco» en su momento, podría ser el fin de los hermosos días de ensueño que vivimos en la era digital.

En resumen, no tengo iPhone, pero quería uno. Ahora, mientras no se resuelva la cosa con esos gigantes, deberé seguir conformándome con mi chiclerito….