El año 2020 será recordado por las futuras generaciones como el año de los hacks en Nicaragua. Libros. No. Enciclopedias se escribirán sobre el año en que todos los hackers del mundo se pusieron de acuerdo para penetrar a todos los blancos más jugosos de Nicaragua: un montón de páginas Internet Explorer del Gobierno, 2 bancos y el MINSA. Conste que estoy dejando fuera el hack a Twitter porque eso en Nicaragua tuvo la misma importancia que un puente peatonal (o sea cero).
El MINSA sí llevaba control del COVID después de todo
El más glomoroso de los hacks ha sido sin duda el que le hizo «alguien» al MINSA esta semana. Ese «alguien» hizo suyo al maje (dirigente de UNEN, seguro) encargado de cuidar toda la información super secreta que se produce en el MINSA y que en otro país sería pública. Aquí en cambio, se trata de una filtración. Especificamente estamos hablando de una base de datos (bien completa) de todo lo que ha hecho dicho Ministerio, sobre el COVID-19, desde el 16 de marzo, hasta el 10 de agosto.
Así se los pongo, si descargan la base de datos que filtró Anonymous, van a poder saber exactamente cuántos exámenes ha hecho el MINSA entre esos meses. Si el Microsoft Office pirateado que les instaló el primo no tiene Access, pues aquí está el dato: han sido 21,172 tests. O sea que de los 26 mil tests que regaló el BCIE, ya solo quedan unos 5 mil. Con razón el vinagre del gobierno con los quieren viajar.
Mi prix Luis Galeano estuvo probando nombres de los grandes tiliches del Reino Batracio que han pasado a otro plano de vida y al parecer tanto Nicho Marenco, como Orlando Noguera y Orlando Castillo, salieron pegados de COVID. Obviamente la Vieja Arrimada hizo lo que los sandinistas hacen y ahora son heroes y mártires de la lucha revolucionaria contra el imperialismo yanki o algo así.
Eden Pastora por otro lado, al parecer solo bien hizo el cuadro de que tenía COVID. Pero fue tan buena su actuación, que Satanas quedó enchilado y a los días lo mandó a llamar por graciosito.
En fin, los medios han sacado y seguirán sacando todos los hallazgos que la filtración de Anonymous revele, mientras en El Carmen deben estar desollando con un corta-uñas sarroso al pobre técnico operador de micro-computadoras que no cuidó con su vida la tal base de datos filtrada.
Yo por mi parte, estoy algo triste. Creo que esto viene a empañar todo el esfuerzo artístico que había hecho el maestro Carlos Saenz, para ganar el Premio Nobel de Literatura este año.
Aquí pueden descargar la base de datos y así hacer feliz a la Vieja Arrimada:
Banco LAFISE y el extraño caso de las Bitcoins fantasmas
Allá por abril, en Facebook y Twitter, comenzaron a surgir mensajes de gente que vieron en sus tarjetas de débito, compras de $50 y $100 en un sitio de bitcoins (binance.com).
Luego, una Página de Facebook hizo la denuncia que en LAFISE habían sido hackeados. Aunque después se supo que la Página era bien chanfaina y de dudosa reputación.
La verdad nunca sabremos qué tan grave fue la situación, porque ningún medio se atrevió a publicar la noticia o a investigar directamente con los señores de LAFISE. Más que todo porque chiva meterse con un banco. Ellos (el banco) obviamente, tampoco aclararon nada. Es la fecha y no sabemos si la gente recibió reembolso del dinero «invertido» en bitcoins. Pero conociendo como somos los nicas con el dinero, lo más seguro es que sí.
¿La Billetera del BANPRO hace rifas?
Hoy casualmente, me contó Pedrón (hacker reconocido en Nicaragua) que en el lado oscuro andaban las bolas que habían hackeado al BANPRO y su Billetera Móvil. Al parecer, había gente que no estaba viendo reflejado su dinero, mientras otros más bien veían millones donde normalmente habían centavos. Tipo rifa pues.
Una búsqueda rápida en Twitter me confirmó que el cuecho tenía algo de cierto:
Como ese tweet, hay otros 3 ó 4 más que se quejan de no andar ni para el bojo de fritanga «vegan lite» (sin tajadas, ni queso, mucho menos carne, o sea, solo la ensalada de repollo, pero sin tomate, a menos que sea gratis), porque toda su fortuna la tienen en la aplicación.
Obviamente el banco no ha dicho nada al respecto y lo más seguro es que tampoco diga. Y tampoco los medios van a investigar o siquiera preguntar, porque chiva, es un banco.
Yo mismo, que he tenido de cliente al BANPRO alguna vez, le estoy diciendo adios a ese platito de comida con solo mencionar lo que está pasando.
Lo cual es medio tonto, porque en Internet todos somos susceptibles a un hack. Ni san Google, ni San Facebook, ni San Apple se salvan. Tengo rato que no me pasa, pero a mi también me han agarrado como piñata más de una vez.
El silencio nunca es la solución, por eso la nueva ley en Europa (GDPR) exige que las empresas deben avisar que fueron hackeados en las primeras 72 horas, so pena de multas millonarias.
Hacks a sitios del gobierno, a peso el moño
Por último, voy a mencionar las docenas de sitios web del gobierno que ha hackeado Anonymous en lo que va del año. Se han despachado hermoso los hackers, botando sitios que la mayor parte del tiempo, se caen solos cuando tienen más de 3 visitas simultaneas.
Pues sí, es alegre burlarse del Reino Batracio y de sus excelentes ingenieros que nunca se graduaron por andar en la lucha revolucionaria con UNEN, pero la verdad es que en el mundo real, eso no hace mucho daño a Daniel «El Masacrador de niños» Ortega.
Lo que sí le duele a Masacrín, es algo como el hack del MINSA (donde publican información de interés público), que hasta a mi me sorprendió, porque yo entendía que no estaban guardando del todo información (precisamente, para evitar algo así).
Y no crean tampoco que hay que hacer 10 doctorados en física cuántica para poder hacer «hacker-activismo». Lo más seguro es que en todos estos casos donde algo se filtró o dejó de funcionar, el origen sea una persona que simplemente se hartó de seguir encubriendo las cochinadas del patrón y quiso hacer algo por la patria. Si vos estás en una posición similar y podes filtrar información (o dañar sistemas pegados con saliva), adelante prix, lo que sea para salir de este asesino, no la sigas pensando.
Esto no aplica para los que trabajan en bancos, vos mejor no te metas a clavo y reportale a tu jefe que algo está fallando.
Oe, Oe, está bueno eso, ¡te apuntaste un cien con la Base de Datos!. Dale maje, seguí con tu feeeling que aquí te leemos los cuatro lectores. :D
Chavalaso: Yo soy un roco de 60 años y me encanta tus publicaciones, con ésta última la sacaste del estadio, continúa informándonos a los que estamos sitiados en pedazo de tierra conocido como Nicaragua. Un abrazo desde el alma
Ya dejen de joder.