Voy a comenzar todo con una expresión muy nicaragüense: «¡Dejémonos de vergas!» Todos, o al menos los jóvenes, queremos tener un buen celular, pero el porqué es lo que voy a tratar de analizar en este blog.
Nicaragua se está globalizando balazo; basta con subirte a un interlocal Managua-Granada y darte cuenta que el 70% de los chavalos tienen un smartphone. Sé que no lo habían pensado, pero hace 2 años no era así. Hay quienes dicen que nuestro país tiene 20 años de retraso con el resto del mundo, aúnque si de celulares hablamos estamos al día. Pero, ¿Por qué?
¿Estamos ocupando bien los smartphones?
La expansión de las redes sociales provocó que más personas quieran mantenerse «conectadas», sobre todos los más jóvenes que son de cuerda. Y ahí es donde me puse a pensar en esto y les voy a ser directo; ¡DÍ-FI-CIL! La mayoría no tiene más que aplicaciones de redes sociales (Instagram, Vine, Snapchat, WA, Line, Foursquare), juegos y una que otra aplicación para editar fotos. Vos sabes, de esas que te quitan lo feo con cinco capas de filtros.
Tampoco voy a mentir, soy parte de esos que andan un buen celular (y eso que mi celular no es tan smart) y no hace nada productivo con el.
Y ya sé que están pensando «Yo hago con lo mío lo que yo quiero», pero en lo personal dudo que el propósito de un iPhone (por ejemplo) sea que jugués Candy Crush mientras esperás a que tu encule te conteste en Whatsapp. Tampoco digo que no se pueda chatear, pero ustedes entienden.
¿Son un capricho?
Eso es lo que me tiene escribiendo esto. ¿Será que ese tipo de interacción se hizo parte vital de nosotros? ¿Será que tu vida sería la misma si te quito el teléfono por 24 horas?
Eso me lleva a otra pregunta: ¿Son los celulares o el internet lo que nos tiene presos? Yo creo que ambos, y nos hicimos adictos a la accesibilidad que nos dieron. (Leé Redes sociales: Haciendo súper fácil conectarse en línea y súper redundante conectarse en vida real)
Claro está que no todos somos iguales, pero seamos sinceros, estoy seguro que ninguno de ustedes se preocupa de ver la bolsa de valores desde su teléfono, o trabajar en un documento importante porque van a una reunión en media hora.
Lo peor, y lo que más me preocupa de todo esto, es que nos hicimos bien clasistas por un aparato que su objetivo principal es mantener una conversación entre 2 personas. ¿Han visto con qué asco/desprecio ve alguien con un Galaxy SX a alguien con un Nokia de lamparita? ¿No? ¡PUES YO SÍ! La verdad me entristece a lo que hemos llegado, y es irónico que los nicaragüenses empecemos con esa mierda sabiendo que la mayoría somos palmados.
Si vos sos de los que anda su Nokia lamparita, broder, sentite tranquilo. No pasa nada. Es más, vos sos el que puede salir a la calle chillin y bacanalear sin andar viendo como imbécil una pantalla todo el tiempo o «socando» que te lo vayan a robar. Pero contáme en los comentarios: ¿Qué celular andás y por qué?
*Créditos a @RamonMalestar por prestarnos la foto de su smartphone para la portada.
Este post es una colaboración de Ramiro, tiene 16 años y pueden seguirlo en su Twitter y Tumblr.
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