Si sos como la mayoría de los nicaragüenses, probablemente tus gastos superan tus ingresos y, como resultado, tus deudas crecen cada día más: No hemos aprendido a vivir dentro de nuestras posibilidades. La solución para lograrlo no es ninguna ciencia, pues simplemente hay que gastar menos de lo que ganás, entonces la pregunta real sería ¿por qué gastamos aun cuando sabemos que no tenemos el dinero para pagar?
Existe en inglés una expresión «Keeping up with the Joneses» que básicamente se refiere a las cosas que hacemos para «estar a la altura» de nuestros vecinos. Si vemos que ellos compran un carro, entonces nosotros también debemos comprar uno. La creencia de que si mis vecinos, amigos, primos, compañeros –o quien sea- viven de tal o cual manera y compran «x» cosa, yo también tengo que hacerlo, es muchas veces, lo que nos lleva a vivir fuera de nuestras posibilidades y a enormes cantidades de deudas.
¿Conocés a alguien que siempre se queja de que no tiene dinero y, sin embargo, siempre está en todos los conciertos, sale todos los fines de semana y carga un Smartphone último modelo? Yo conozco a varios. El grupo al que frecuentás y las personas con las que te manejás ejercen una gran influencia –y presión- sobre vos; aceptá que siempre habrá quienes tengan ingresos mayores a los tuyos y si vivís con la constante necesidad de comprar y gastar al nivel de otros, vivirás eternamente «coyol quebrado, coyol comido» y con deudas acumulándose en un rincón.
Por otro lado, consumimos una gran variedad de recursos y productos que van más allá de querer cubrir nuestras necesidades básicas… queremos tener más, consumir lo último, lo mejor, lo que está de moda. «Cuanto más consumo, más feliz soy». Nos cuesta reconocer la diferencia entre querer y necesitar, y justificamos toda compra con «lo necesito». Seriamente ¿cuántos pares de zapatos negros necesitás?
Así, la próxima vez que estés a punto de comprar algo, no lo hagás inmediatamente. Esperá 30 días y anotá en el calendario lo que querés comprar, cuánto cuesta y las razones por las que lo querés comprar. Si en un mes, esas razones todavía existen: adelante, cómpralo. Sino, probablemente no lo necesitabas.
El pago de aguinaldo se acerca justo en el momento del mayor bombardeo publicitario del año y habrá quienes ya estén planeando cómo se lo van a gastar: dónde van a ir a fin de año, los regalos que van a comprar para sus seres queridos (y para ellos mismos) y por supuesto las fiestas y celebraciones a las que van a ir. Si lo que te van a pagar ya lo debés, no tenés mucho que pensar; pero si aún no lo tenés comprometido, ¿por qué no hacer algo productivo con tu aguinaldo este año? Si en lugar de usarlo para comprar cosas que no necesitamos o en fiestas que después no recordamos, hiciéramos del pago del treceavo mes una inversión -que nos generara frutos en el futuro-, la situación de muchos sería diferente.
Unos últimos puntos:
- Viví una vida cómoda, no de despilfarro.
- No gastés sólo para impresionar a los demás.
- No te engañés pensando que la riqueza se mide por la cantidad de objetos materiales.
- Manejá tu dinero sabiamente, para que el dinero no te maneje a vos.
- Siempre, siempre viví por debajo de tus posibilidades.
Esta buena la foto, el articulo un poco flojo.